El Pasado Que Arrastramos | Elite |

10-Amores y desamores

El ambiente en Las Encinas estaba tenso, muchos alumnos recordaban y comentaban el discurso de Georgina. Como todo chisme y salseo que surgía en Las Encinas se habían creado teorías y versiones alternativas. No se dejaba de hablar de la enfermedad de la madre de Jaime o de que los padres de Ester y Claudia habían estado trapicheando con drogas y de ahí de todas las versiones que se habían creado.

Álvaro le echaba la bronca otra vez a su hermana por lo sucedido el sábado, ella rodaba los ojos cada vez que se lo echaba en cara y le ignoraba lo mejor que podía, pero se le hacia imposible ya que su hermano estaba prácticamente en su oído gritándole y reprochándole

-¡Madre mía chico cálmate!- le dijo ya cansada de él- que no son ni las 8 de la mañana y ya e has repetido ochenta veces que me pase

-es que te pasaste- volvió a repetir

Georgina chisto cansada del comportamiento de sus hermano, en el fondo sabia que estaba enfadado por las consecuencias que tendría con Ester. Pero lo que no sabia ella era que él y Ester estaban en su mejor momento.

Después de ese intercambio de palabras y de besos hubo una conversación profunda en la que sus sentimientos fueron los que hablaron, iniciando así un paso mas en sus vidas.

Se pasaron todo el día juntos, sabiendo que al inicio de la semana no iban a poder ni hablarse. Habían decidido llevar su relacion en secreto, con todo lo que estaba pasando entre sus familias lo ultimo que querían eran otra guerra con ellos justo en el medio. 

-Tu hermano tiene razón Georgi- dijo Cayetana mas calmada- el discurso que tenias eran muy bonito, podrías haber omitido el final.

El coche se quedo en silencio después de las palabras de la adulta. Cuando llegaron a Las Encinas, Cayetana paro el coche en la entrada para que sus hijos se bajaran no sin antes despedirse de ellos.

-Portaros bien por favor- les pidió

-Si dije lo que dije fue por que los culpables de la muerte de mi padre viven tranquilamente mientras yo no lo tengo conmigo y eso me duele por si no os habéis dado cuenta- dijo Georgina, salió del coche sin escuchar la respuesta de su madre o hermano e ingreso en el instituto.

Cayetana suspiro restregándose los ojos cansada de que la muerte del padre de sus hijos la siguiera desde hacia 15 años. Álvaro se dio cuenta de eso y beso la mejilla de su madre en modo de despedida.

-No lo tomes en cuenta, ella es así- dijo apretando el hombre de su madre- hasta luego

-Adiós- susurro ella.

Marta esperaba impaciente a Jaime ya que no se habían vuelto a ver desde el sábado por la mañana. aunque habían estado hablando por videollamada en todo momento lo echaba de menos. Se pregunto si de verdad estaba enamorada, no tenia mucho de conocer a Jaime pero el joven García la había hecho sentir lo que no había sentid desde que rompió con su ex, aunque lo sentía de una manera distinta. 

Cuando le llego un mensaje de su ahora novio diciéndole que ya había llegado, cerro su taquilla y se dirigió a la entrada del instituto en su encuentro. Cuando lo vio sonrió ampliamente contagiándolo y se abrazaron en mitad del pasillo siendo el centro de muchas miradas, pero eso a ellos no les importo. 

Se sumergieron en una sesión de besos matutinos por todos los que no se habían podido dar la tarde del sábado ni el día del domingo y dejaron de pensar en todo lo demás y se centraron en el otro.

Claudia secaba las pocas lagrimas que se le habían escapado al ver la escena de sus dos amigos, aunque uno de ellos no lo viera como solo un amigo. Se había negado a aceptar que Jaime le gustaba, pero justo cuando lo acepto llego Marta diciéndole que empezaba a sentir cosas fuerte por él, por eso dejo de lado sus sentimientos pensando que los podría ignorar y olvidar pero no fue así. Ayudaba a su amiga a dar un paso hacia Jaime, así como le dijo a que hora era el partido del sábado cuando ella se lo pidió para ir a verlos, aunque por dentro le doliese como mil puñados en su pecho, pero para eso estaban las amigas.