3-América Latina

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AVISO: Si no te gustan las escenas de sangre y eres demasiado delicado para esas cosas no leas los párrafos que están con unos asteriscos ** (como estos)






Lucrecia se había cansado de buscarlo, era imposible de encontrar no sabía dónde se había metido pero para su suerte tenía un as bajo la manga. Fue a la cocina y saco de la nevera esa tarta de galletas que tanto le gustaba, parte un trozo lo puso en su pequeño plato y volvió a dar una vuelta por su gigantesca casa.

-¿Eso es tarta de galletas?- pregunto Valerio desde el baño.

-¿Quién dijo tarta?- pregunto otra vocecilla que salía del armario.

Lucrecia sonrió satisfecha de que su trampa había funcionado, no solo para una, sino para dos personas y abrió el armario viendo como su hijo se reía sigilosamente.

-Te dije que siempre gano- dijo haciendo cosquillas a Jorge.

-No vale, eso fue trampa- dijo saliendo del armario.

-No fue trampa, fue una estrategia- dijo entregándole la tarta a su hijo.

-Una estrategia muy dulce- sonrió Valerio llevándose la tarta.

-Papa dame mi tarta- se molestó.

Los tres se dirigieron al comedor, Valerio enfadando un poco a su hijo y Lucrecia observando divertida la escena.

-Los niños de 6 años no comen tarta- dijo agachándose a la altura de su hijo

-¡Tengo 7!- le recordó a su padre.

-¿No te lo creo?- dijo viendo como Jorge asentía con su cabeza-¡7 años ya! ¿Cuándo los cumpliste?

-Fue ayer- se rio- no se entera de nada- dijo mirando a su madre

-Dudo que tu padre se sepa la fecha de su nacimiento- se burló sacándole la lengua a su esposo.

Valerio finalmente le entrego la tarta a su hijo quien la degusto feliz y se sentó al lado de Lucrecia que lo miraba fijamente. Aun no se podía creer que estuviera allí junto al que un día fue su hermano y a la vez su amante. Después de todo lo que paso entre ellos, de lo distanciados que estuvieron y de todas esas noche catastróficas que paso Lu después de la muerte de Polo, pero pudo superarlo gracias a él.

-¿Que me miras?- pregunto juguetón- ¿Este cuerpazo?

-Ese cuerpazo ya lo he visto a fondo, simplemente te miraba.

-¿Estas bien?- preguntó preocupado.

Un día antes de la muerte de Polo, fue el cumpleaños de su hijo. Los primeros años Lucrecia no los llevo bien, aunque estaba feliz por la fecha que significaba para su hijo, no dejaba de pensar en lo sucedido en el teatro Barceló. Pero después de tiempo y esfuerzo y tardes de terapia Lucrecia pudo seguir con su vida tanto como había soñado desde que salió de aquel horrible hospital donde la internaron.

-Sí, solo estaba imaginado que hubiese sido de mi si no me hubieras salvado de aquel pozo sin fondo en el que caí.

-No lo hice solo.

-También se lo agradezco a Nadia y a los chicos claro, pero contigo fue distinto.

-Lo importante es que ya todo paso- dijo acariciando las mejillas coloradas de Lu- y que por fin estamos juntos.

El Pasado Que Arrastramos | Elite |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora