14-Obstáculos

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Jorge no paraba de llorar, desde que había llegado allí no había salido de la habitación donde le tenían, la cual era igual a su dormitorio pero él sabia que no era el suyo ya que, debajo de su mesa había dibujado un árbol junto a una casa y en esa mesa o había ningún dibujo. Quería ir con sus padres, todavía recordaba como un hombre saltaba la valla de su colegio y le ponía un pañuelo en la boca, después de eso despertó en ese sitio.

Una mujer había entrado en la habitación para hablar con el, pero no la había respondido, también le había llevado comida de la cual solo había comido dos bocados. Jorge pensaba que estaba envenenada, pero el hambre lo vencía poco a poco, así que comió dos pequeñas cucharadas que luego se convertirían en popo y así el veneno no le haría daño.

O eso pensaba él.

Se había quedado dormido después de haber estado tanto tiempo llorando, pero sintió como alguien le acariciaba para despertadlo y cuando abrió los ojos lo vio a él. El mismo desconocido con el que hablo por primera vez en su colegio y le dio un sobre para sus padres. Se quiso levantar para irse, pero Manu fue mas repodo y lo cogió del cuello acorralándolo y ahogándolo contra la almohada.

-Ni se te ocurra gritar...- murmuro cerca de su cara- ¿Echas de menos a tus papas?- pregunto-Contesta joder

Jorge asintió llorando, el extraño apretaba su cuello con mucha fuerza y eso le dolía.

-¿Te duele?- volvió a asentir temeroso- Pues a mi me dolió perder a mi primo y tu madre lo mato

Manuel metió su mano en el bolsillo trasero de su pantalón y saco una pequeña navaja y la acerco a la cara del niño. Cuando Jorge vio el pequeño cuchillo se removió intentando soltarse del agarre, pero eso enfado mas a Manuel que apretó su mano contra el pequeño cuello de Jorge aumentando la fuerza.

-¡Quédate quitecito si no quieres que te mate!- lo amenazo- tal vez sales vivo de esta, pero te acordaras de mi toda la vida

Sin soltar el agarre del cuello, levantó la camisa del niño y comenzó a trazar una P en su costado haciendo que Jorge gritara de dolor. Cuando iba a continuar con la siguiente letra de su nombre, la puerta se abrió de golpe.

Al escuchar el grito del niño Patrick y Andrea, que estaban en la sala de estar, corrieron a ver que pasaba y se sorprendieron al ver a Manuel torturando al niño de esa manera.

-¡Manuel Benavent!- grito Andrea mientras Patrick lo separaba del niño

-¡Su nombre perdurara en su piel como su perdida en mi corazón!

Andrea tapo la herida que comenzaba a sangrar y manchar las sabanas de rojo y trato de tranquilizar al pequeño que lloraba desconsoladamente. Se giro con furia mirando a su sobrino, se levanto furiosa y lo abofeteo.

-Dile a Ele que se lo lleve al cuarto del castigo- le ordeno a Patrick mientras volvía a atender a Jorge- y llama a la enfermera

Patrick obedeció a su jefa y llamo a Ele para que encerrase a Manuel. Ele era uno de los 8 matones que tenían contratados, cada uno tenia el nombre de una letra para guardar su identidad. Solo Andrea y Begoña lo sabían, pero ningún miembro de La Habitación Azul sabían los verdaderos nombres de esos 8 matones que daban unas palizas de muerte.

La enfermera llego pocos minutos después y se dispuso a curar a Jorge que seguía llorando del dolor que sentía.

-Dejara cicatriz- informo la enfermera

Andrea se levanto y cogió su móvil, marco las características que te permitían hacer una llamada en oculto y espero a que respondiese la persona quien había llamad.

El Pasado Que Arrastramos | Elite |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora