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—Pendejo —susurro al leer aquel mensaje.
Bloqueó su teléfono celular sin molestarse en responder algo o de escuchar el audio.
—¿Quién? —Preguntó el menor al pararse frente al rizado y abrazarlo.
—Tú —respondió.
—Tu más —dijo antes de golpear levemente el trasero del mayor.
—Apúrate que tenemos que llevar a Val al aeropuerto.
El mayor asintió.
Entre más rápido se fuera la morena, más privacidad tendría con el castaño.
—Estoy nervioso —mencionó el rizado al soltarlo.
—Yo creo que ya me cague en los pantalones —dijo.
Emilio río y negó ante lo dicho.
Febrero 14, 2018. 00:05 horas.
—Está publicó —anunció.
—Me cago —aviso el menor, mordiendo dramáticamente sus dedos.
—Ven —le pidió el rizado al abrir sus brazos en su dirección.
Joaquín se levantó del suelo y corrió a los brazos del mayor.
—Te amo —recordó—. Hemos salido de peores.
El menor asintió entre sus brazos.
La pareja se mantuvo en aquella posición por varios minutos más. No hubo necesidad de hablar, ambos se decían todo en aquel sincero y amoroso abrazo.
Jamás creyeron que estarían ahí.
Jamás pensaron que aquel odio que se sentían el uno al otro se transformaría en un dulce y correspondido amor real.
Jamás creyeron que tenían que salir por segunda vez del closet.
Jamás imaginaron que estarían ahí, abrazados después de que más de un millón de personas están a punto de ver aquel video donde confesaban todo el amor que mantenían guardado.
La familia de Emilio y Joaquín verían aquel video, todas esas tías que les habían preguntado sin rodeos si mantenían una relación amorosa y donde más de una vez lo habían negado.