same love || chansol

Twenty-nine

Aunque a Chan no le gustara mucho admitirlo, debido a lo inseguro que aún podía llegar a sentirse cuando estaba con Vernon, no podía negar (y recordar con un sonrojo en su rostro) la enorme sonrisa y los ojos brillantes que Vernon tenía en su rostro cuando él salió a la plataforma.

Chan caminó con seguridad, rostro serio, pisadas firmes y postura perfectamente alineada. En ningún momento titubeó, detuvo su paso o lo aceleró.

Pasó a un lado de varias personas que lo fotografiaban o juzgaban con cada paso que daba, era consciente de todos los ojos puestos en él, ansiosos y emocionados por tratarse del primer modelo que salía. Pero cuando giró después de recorrer los primero 10 metros y comenzó a regresar al palacio de donde había salido, su mirada se cruzó con la de Vernon.

El mayor parecía estar viendo lo más asombroso de su vida, como un niño en una juguetería. Lo estaba admirando, contemplando con la cabeza ladeada y la sonrisa más sincera que Chan haya visto en su vida. Y fue todo un reto para él obligarse a sí mismo a no sonreír de la misma manera ni a sonrojarse. No podía hacer aquello precisamente en ese momento.

No supo cómo, pero terminó sobreviviendo a aquel obstáculo casi imposible, logró atravesar las elegantes puertas del palacio para después girar a la izquierda, pasando la falsa pared que cubría el backstage.

Los aplausos de afuera hacia él hicieron eco en la habitación, pues los demás modelos (que seguían después de Wonwoo), maquillistas y sus amigos le aplaudieron con emoción cuando lo vieron entrar de nuevo.

Entonces Chan pudo soltar el aire que había contenido y reír de manera nerviosa.

–¡Lo hiciste increíble!

–¡Fue el mejor primer acto en una pasarela que he visto!

–¡Hicimos bien en elegirte!

Los gritos emocionado de sus amigos lo marearon un poco, pero se recuperó de inmediato cuando vio a la misma chica que lo había maquillado acercándose a él de manera rápida.

–Andando, debo quitarte ese maquillaje y ponerte otro, y debes cambiarte todavía. Tenemos una hora para hacerlo y no sé si tengamos el tiempo suficiente... –habló apresuradamente, mientras lo alejaba de sus amigos, que seguían sonriendo en su dirección, y acercándolo de nuevo al espejo de antes.

Los aplausos y las canciones de Björk eran lo que más se escuchaba en la habitación, opacando un poco el ruido del backstage que hacían los demás modelos y los maquillistas. Joshua y Seungkwan seguían corriendo de un lado al otro, cerciorándose de que los modelos estuvieran vistiendo el conjunto de manera correcta, haciendo arreglos en el maquillaje o peinado.

Chan todo el tiempo estuvo nervioso, sintiendo la adrenalina corriendo por su cuerpo aún después de más de media hora de haber salido allá afuera. Siempre se ponía demasiado nervioso en la pasarela, pero una vez que salía, la sensación se hacía demasiado adictiva para él, quería volver a salir una y mil veces más.

–Terminamos –susurró la chica frente a él, después de 45 minutos de haber trabajado en limpiar su rostro y volver a maquillarlo y peinarlo. Ambos se pusieron de pie de inmediato y se acercaron a Joshua, que ya estaba esperando al chico con el traje que debía llevar en sus manos.

A su lado, Seungkwan ayudaba a Wonwoo a terminar de ponerse aquel vestido plateado y ajustado, con patrones de cadenas bordabas finamente por toda la tela. Llevaba también dos cinturones de cuero café cruzados sobre su pecho y unidos en medio de éste por un grande broche también plateado. Las mangas eran apretadas en sus hombros y sus muñecas, pero sueltas en la parte que cubría sus brazos. Su cabello pelirrojo resaltaba por encima de todo y su piel pálida esta vez no llevaba nada de brillo, pues éste ya se encontraba en su traje. Sus manos estaban llenas de unos cuantos anillos y llevaba tenis de bota blancos.

Por su parte, Chan comenzó a cambiarse, ya que estaba a cinco modelos de cerrar la pasarela.

Cuando Wonwoo volvió a salir, Chan ya estaba completamente vestido y arreglado, parado justo a un lado de las puertas del palacio, listo para salir. Varios segundos después, vio a su amigo entrando de nuevo por las puertas, y esa fue su señal para salir.

La música repentinamente cambió, y Björk comenzó a interpretar "Crystalline". Chan de inmediato recordó la primera vez que había viajado en auto con Vernon, un día después de conocerse en persona. Y por supuesto que no creyó que aquello fuera una casualidad.

Eso fue lo que lo hizo salir con más ánimo y más emoción. Y en cuanto puso un pie en la pasarela nuevamente, las personas a su alrededor ahogaron un sonido de sorpresa, incluso Vernon.

Seungkwan y Joshua se habían mantenido bastante celosos con respecto al último conjunto que iban a presentar, no querían que absolutamente nadie lo viera antes de tiempo, pues había sido el conjunto que más les había encantado desde que juntos lo crearon.

Chan vestía un traje de cuerpo completo de color beige que se aferraba a su figura, con cientos de líneas doradas recorriendo la tela por completo, formando remolinos y haciendo que pareciera que brillaba. El corte de las piernas era exageradamente amplio, por lo que al momento de caminar parecía que la tela volaba detrás de él al igual que la capa corta que cubría sus hombros y se unía en su pecho por un broche plateado. Sus brazos desnudos y su rostro libre de otro tipo de maquillaje estaban cubiertos por pintura dorada, la cual tenía los mismos patrones que su ropa.

Todo Chan estaba brillando por completo.

Los ojos de todos quedaron atrapados ante aquella hermosa e impactante vista, sin poder separar sus ojos ni un segundo del menor. Y esa vez no pudo evitar sonreír un poco, debido a la hermosa sensación que sintió en su pecho y extendiéndose por su cuerpo, el orgullo llenándolo y desbordándose a través de su caminata, con los flashes, los aplausos y los ojos hipnotizados de los demás.

Pero fue la imagen de Vernon, al dar media vuelta, lo que lo hizo sonreírle de la misma manera con la que él lo había hecho anteriormente, con tranquilidad, con sinceridad y con sus sentimientos al desnudo.

Vernon se había quedado en blanco al verlo de aquella manera, brillando como siempre, aunque esta vez más literal, su bello rostro y el hermoso conjunto de Joshua y Seungkwan acaparando las cámaras, esa pequeña y pura sonrisa en sus labios, su cabello más despeinado, con libertad propia, moviéndose junto con su ropa.

Se sentía atrapado, como si simplemente no pudiera quitar sus ojos del menor.

Y aunque aquello le sucedía con demasiada frecuencia, otras veces su fuerza de voluntad lo habían hecho controlarse frente a los demás, pero ahora ni siquiera eso ayudó, pues sus ojos no lo escuchaban, porque hasta su cerebro se encontraba atento a los movimientos de Chan, sin importar quién pudiera ver la manera en la que él observaba al menor.

Entonces Chan volvió a desaparecer por las puertas del palacio, y todos los invitados, incluso los editores más importantes del mundo que se habían dado cita en la pasarela, se pusieron de pie ante el modelo, para aplaudirle por aquel gran y hermoso espectáculo que les había regalado.

Un golpe en su costado hizo que Vernon por fin reaccionara. Al voltear, vio a Moonbyul parada a su lado, mientras le señalaba con la mirada que fuera al escenario de nuevo.

Y mientras él le hacía caso, intentando salir de aquella hipnosis a la que lo había sometido el menor, Moonbyul simplemente sonreía.

Si bien ella también había quedado encantada con su hermano, la imagen de Vernon, demasiado emocionado, perdido en la presencia, la figura de Chan, fue demasiado linda. Y supo que su plan, junto con el mayor, había sido una buena decisión.

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