same love || chansol

Thirty-one [epílogo]

–Vogue, Cosmopolitan, W, ELLE, Bazaar, BOF, Grazia, marie claire, Vanity fair... –dijo Jihoon, sentado en la sala de juntas, mostrado las portadas de todas esas revistas en sus manos a los tres chicos sentados frente a él, su esposo, Minghao y Soonyoung.

–Acapararon todas las portadas, todos los noticieros, la prensa sólo habla de ustedes... –agregó Soonyoung, viendo cómo Vernon y Chan sonreían con culpabilidad.

–¿Por qué no vemos el lado positivo de esto? –Preguntó Vernon–. La colección se agotó antes de siquiera llegar a las tiendas, e incluso hay más pedidos aún pendientes. Batimos un record.

–¿Y por qué no mejor nos explican por qué nunca nos dijeron que estaban teniendo una relación? –Preguntó Minghao.

–De hecho no lo estamos –dijo Chan, encogiéndose de hombros ante la mirada de confusión de los mayores.

–¿No son novios? –Preguntó Seungcheol.

–No, al menos hasta que Chan acepte –dijo Vernon, mirando al menor, esperando una respuesta. Chan lo vio con los ojos entrecerrados.

–¿De verdad esta es tu manera romántica de pedírmelo?

–Oye, no quisiste que lo hiciera en la pasarela –respondió Vernon, defendiéndose. Chan rodó los ojos.

–Olvídalo, somos novios –dijo, ahora dirigiéndose hacia los mayores e ignorando la sonrisa emocionada de Vernon.

–En su defensa –dijo Moonbyul, viendo la cara de los adultos–, ustedes son demasiado ciegos como para haberse dado cuenta por sí solos de que algo pasaba. Seokmin, Wheein y yo lo hicimos en el primer segundo en el que entramos a esta oficina, los amigos de Chan y los diseñadores lo supieron cuando los vieron juntos, ¿Cómo pudieron haber sido tan ciegos como para no notarlo? Estuvo frente a sus narices todo este tiempo.

–Creímos que se llevaban mal y que sólo intentaban pasar más tiempo juntos para limar asperezas –se defendió Soonyoung.

–¿Por qué pensaron eso? –Preguntó Chan, viendo con confusión a sus padres. Seungcheol suspiró.

–Te recuerdo, Chan, que siempre que salía un comercial o una nota de Vernon en la televisión, últimamente bufabas molesto o te ibas de la habitación.

El menor se sonrojó por eso.

–¿Qué hacías? –Preguntó Vernon, confundido.

–Me caías mal porque me gustabas demasiado, ¿bien? –Murmuró, ganándose una carcajada de Moonbyul y una risa por parte de Vernon.

–Ustedes son raros, ¿y así quieren que los entendamos? –Preguntó ahora Minghao.

Los menores rodaron los ojos.

–Entonces... –retomó Jihoon, volviendo al principal asunto de la junta con los tres menores frente a él–. ¿Ustedes dos no andan? –Preguntó viendo a Moonbyul y a Vernon.

–No –respondieron ambos al mismo tiempo.

–Ni se gustan –dijo Soonyoung.

–¡No! –Se quejaron los dos, con cara de asco.

–Pero ustedes dos sí andan –dijo ahora Seungcheol, viendo a su hijo y a Vernon.

–Sí –respondieron ahora ellos dos.

–Pues no creo que se vean tan mal juntos –dijo Soonyoung, mirando con atención una de las revistas que tenían encima de la mesa.

–¿Gracias? –Respondió Vernon, mirando con incredulidad a su padre.

–Sólo... prometan que la próxima vez serán claros con sus peticiones o ideas –agregó Minghao, mirado a su hijo–. Debes aceptar que fue tu culpa todo esto.

El menor rodó los ojos

–¿Por qué no mejor la próxima vez se les ocurre a ustedes algo mejor para reforzar sus tratos con otras empresas en lugar de dejarlo en manos de su hijo? –Respondió él, ganándose una risa por parte de los dos a su lado y una mirada amenazante de sus padres–. Sólo decía –murmuró, mientras tomaba la mano de Chan por debajo de la mesa, haciéndolo sonrojar y sonreírle un poco en su dirección, mientras los 4 adultos frente a ellos seguían quejándose de no entender las decisiones de sus hijos y deliberando por cuál de las portadas era su favorita de todas.