La fiestaNémesis
Hawái
Pudiera aprovechar esta oportunidad y escapar de aquí, pero si me atrapan estaré perdida. No puedo arriesgarme, ya estoy a solo 4 días de escapar de este infierno.
Tyler posa su mano en mi espalda desnuda, mi piel hace contacto directo con la palma de su mano, y me estremezco bajo su toque. Paso mis dedos por encima del collar de zafiros disimulando mi incomodidad.
Tengo que dar una cara distinta a la que soy todos los días, usar otras palabras y fingir mis gustos. Sé que todo esto es un sacrificio y valdrá la pena a fin de cuentas.
— ¿Cómo estuvieron los negocios? —Trato de iniciar una conversación con Tyler. Últimamente no he tenido tiempo de interactuar con él.
—Muy bien. —Sonríe— Ya tenemos aliados en Colombia; me gusto ir allá —Tyler es un maldito mentiroso, tengo que saber qué es lo que me están ocultando.
El mismo día que Tyler se marchó le pregunté a Maximiliano y me dijo que su hermano estaba en España, ahora resulta que estaba en Colombia. Tyler quiere verme la cara de tonta.
—Si vas a mentirme hazlo con estilo —Frunce el ceño sin entender nada.
Maximiliano tendrá que darme una explicación congruente en algún momento.
—Buenas noches, señor Monroe —Saluda una persona detrás de nosotros, damos media vuelta y nos encontramos con un hombre alto de pelo negro y acento ruso— Soy el represente del señor Ricardo Volkov, alias el ruso. No pudo estar presente por asuntos personales.
— ¡Buenas noches! —El hombre posa sus ojos sobre mí— ¿Cómo firmaremos el acuerdo? —Pregunta Tyler.
—Disculpe señorita mi mala educación. —Deposita un cálido beso en el dorsal de mi mano— Un gusto conocerla, ¿usted debe de ser la dama del señor? —Asiento.
—Sí, es mi prometida. —Tyler deja un corto beso en la comisura de mis labios— ¿Responderás mi pregunta?
—Claro. —Ese hombre no deja de mirarme y ya me estoy incomodando. Tyler estrecha su cuerpo contra el mío— Yo estoy aquí para firmar el acuerdo; próximamente el señor Volkov hará una reunión con usted.
—Bien, hagámoslo.
—Señorita, ¿no hemos visto antes? —Ya me empieza a molestar su forma tan indiscreta de mirarme, ¿será un acosador?
—No, ella recientemente pisó tierras norteamericanas —Responde Tyler.
—Yo soy estadounidense. Usted y yo nunca nos hemos visto —Dejo en claro.
—No —Dice Tyler e intensifica el agarre en mi cadera.
—Sí —Respondo con una mirada amenazadora.
Me fastidia que Tyler piense que puede controlarme, no soy ninguna marioneta.
—Sígame por favor —Antes de dejar el salón besa mi frente y me susurra "Eres mía maldita seas".
Es tan frustrante corresponder a sus besos y caricias. Cada maldito minuto que paso a su lado lo aborrezco más.
—Pequeña, ¿Pensabas en mí? —Aparece por detrás de mí Maximiliano.
—No —Quisiera decir que sí, pero de hacerlo el ego después se le sube a la cabeza.
Todos tenemos una tentación prohibida que nos hace entrar en llamas con tan solo una caricia, una mirada o un susurro. Mi tentación tiene nombre y apellido "Maximiliano Monroe'
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Némesis Inquebrantable
RomanceÉl quiere quebrantar su alma Ella es inquebrantable Él quiere destruirla Ella quiere venganza Ahora los dos combaten en una guerra de destrucción y venganza. ¿Quién ganará?.