Némesis Inquebrantable

Extra

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Holidays

Edwards

Nevada / Rep. Dom.

Todos tenemos un secreto el cuál guardamos con mucho recelo y yo no soy la excepción porque mi secreto tiene nombre y apellido "Alana Osment Pierce" originaria de Arkansas.

Mi interés por ella despertó hace unos años, pero de ninguna manera podía poner en evidencia mi predilección, no estando ahí con Tyler y Humberto.

Días después de su salida intenté contactarme con ella, pero por alguna razón estuvo evitando mis llamadas y en muchas ocasiones bloqueo los números de teléfonos por los que intenté comunicarme con ella. Días más tarde respondió uno de mis correos electrónicos y le dejé claro que no tengo malas intenciones con ella, por lo tanto no hay porque temerme.

—Pensé que me dejarías plantado. —Me aproximo al todoterreno desde donde sale ella— ¿Lista? —Asiente mientras sacude su melena rojiza anaranjada.

—Por supuesto. —Mira a todos lados con extrañes— ¿Seguro que nadie te siguió?

Tiene mucha presión encima, no me gusta que se sienta de esa manera. Las veces que hemos frecuentado los distintos lugares de Oregón y Nevada, siempre hace las mismas preguntas. Es frustrante no tener la libertad de transitar por la ciudad cómo una persona común y corriente.

—Muy seguro. No quiero que nadie nos descubra, no por el momento. —Sonríe sabiendo a qué me refiero— Salgamos de aquí.

Me acerco a ella y una vez el uno frente al otro tomo su rostro entre mis manos.

—¡Eres un bombón! —Nuestras bocas se unen mientras mis labios se mueven sobre los suyos y profundizamos el beso.

— ¡Gracias! —Responde y finalizamos el beso.

Siento el roce de una de sus manos sobre los nudillos de mis dedos. Ella sin dejar de mirarme entrelaza nuestras manos y sin más, penetramos el Jet privado.

Desde mi asiento contemplo la vista que me ofrece su rostro. El pelo rojizo anaranjado le cae sobre sus piernas y su vista se pierde mientras observa las nubes a través de las ventanillas.

¡Es jodidamente hermosa!

Sé que ella ha tenido que pasar por muchas cosas a lo largo de su vida. Tengo entiendo que su infancia no fue la mejor e incluyendo sus últimos años de igual manera. Y pensar que tuvo que pasar por tanto y que aún siga de pie, eso me llena de orgullo.

— ¿Qué tanto piensas? —Pregunto.

—Estoy pensando desde hace días en mis presuntos padres. —Hace hincapié en las últimas palabras— No quiero justificar sus acciones porque son nefastas e imperdonables. Quiero llevarlos a juicio, pero siempre termino cuestionándome esa idea. —Sigue con la vista pérdida y a la vez continua hablando— Renuncié a ellos hace años, pero eso no quita el hecho de que sigan siendo mis padres. —Suspira dejado caer su cabeza hacia atrás.

—Olvídate de que alguna vez fueron o siguen siendo tus padres, debes hacer justicia por ti y tus hermanos. —Respondo con seriedad— El cariño, el perdón y el respeto son cosas que se ganan con el tiempo. Tus padres no merecen nada, fueron demasiados injustos contigo; una persona sensata no vende a su hija por medio millón de dolores —Se remueve sobre el asiento.

—Es complicado.

—Si yo estuviera en tu lugar hace tiempo que estuvieran pagando sus actos en una penitencia. —Tiene que eliminar cualquier sentimiento que aún les guarde— Tyler que es el más probable de hacerle daño a Maximiliano o quizás a Mallory, no pienses que Edwards se quedará de brazos.