Porta y tú [Dulce y Ardiente Venganza] Parte I y II

Capitulo 14

Capitulo 14 - más que sólo amantes. Final de la maratón.

Estaba en la cocina, mientras picaba las verduras Jack leía divertido una revista.

–¿De qué te ries tanto? –dije dejando las verduras a un lado mientras me acercaba sonriente.

–Estoy leyendo las tiras cómicas– se giró a mi y me plantó un beso en la frente.

Eché vistado a la revista y reimos juntos.

–Ven... –me señaló para que me sentara a su lado. –falta poco para que vayamos a Londres. –sonrió.

–¿Cómo conseguiste una pequeña casa allí? –sonreí.

–Una amiga tiene una casa allí, y me la prestó por dos semanas–sonreí.

–¡Tambien falta poco para la boda de Maia!

–Cariño, no voy a poder ir, tengo un viaje de negocios importante. En serio me gustaria, aunque sabes que no me cae bien.

–Lo se. –me sentí un poco descepcionada de que no vaya conmigo.

–Todo esto te lo voy a recomenzar con el viaje a Londres mi amor... no te preocupes.

–Tú no te preocupes Christian.

–¿Qué? –Oh no, la habia chorreado, entré en pánico. –¿Cómo me llamaste?

–T..tú no te preocupes, P..Pittson, que... ¿Ya no te puedo llamar por tu apellido?

–Te escuché llamarme Christian...

–¿Qué? Pff, por favor Jack, tú no te llamas así. –aún no entendía como podia esconder esto siendo tan... estúpida.

–No importa amor. –susurró en mis labios. –Vamos a dormir. –fuimos hasta la habitación y nos dormimos. Hace mucho no dormia con él.

Nota de la autora: A la mierda las verduras (?

(...)

Maia me habia visitado al trabajo, ella estaba sentada en el escritorio y yo ordenaba unos papeles.

–Y... ¿Qué con el chico misterioso?

–¿Qué chico? –pregunté confundida.

–Ya sabes ____(tn), el chico que te hace ver las estrellas. –rió como niña. –tomé una bocanada de aire.

–Nunca sentí tanto por alguien Maia. –hablé con la verdad. –es tan guapo... tan... animal.

–¡Cuenta detalles! –suspiró sorprendida.

–No contaré detalles Maia. Sólo diré que... no hace el amor, folla, duro. –un cosquilleo corrió en mi.

–Si no me querias dar detalles con eso fue suficiente. –ambas reímos. –tengo que irme, Derek me espera en su trabajo. Luego nos vemos ____(tn) ¿sí? –nos saludamos y desapareció del lugar.

Archivé unos capitulos que habia terminado hace tan sólo un rato y salí del edificio.

Saludé al portero con una sonrisa, y mi sonrisa fue más amplia cuando saliendo de las puertas de vidrio Christian estaba esperandome.

–Buenos días, Supuse que tenias hambre. –acercó a mí una bolsa mientras sostenía el café que luego me daría.

–Oh... Christian no debias. –dije abriendo la bolsa, despidiendo un aroma delicioso a dona con glaseado de fresa. Mi favorito.

–¿Por qué no? –besó mi frente. –son las 11:00 am, es momento que comas algo. ¿Vamos al parque? –asentí con la cabeza y comenzamos a caminar.

Nos sentamos en un lugar alejados de la sociedad y nos pusimos a comer nuestras respectivas donas.

–Mmm, está deliciosa. –dije casi con la boca llena –¿cómo sabias que era mi favorita?

–Instintos. –sonrió mientras le daba un mordisco a su dona.

–Christian... –dije mientras tomaba un sorbo de mi café.

–¿Qué pasó?

–Christian... –repetí –¿Por qué no pides habitación cuando vamos al hotel? –él carraspeó, se revoloteó el cabello y miró al suelo, no tuve que haber preguntado, cuando quise disculparme él me interrumpió.

–Antes era un gigoló, ¿haz visto esa pelicula? Esta muy buena y... –interrumpí.

–¿Qué? –él volvió a mirarme y suspiró.

–Llévaba a mis clientas a esa habitación. Era un Don Juan ___(tn), tenía a todas comiendo de mi mano. –señaló su palma.

–y... ¿qué pasó?

–Estaba harto de acostarme con cualquiera. –empezó a arrancar el cesped – decidí dejar ese trabajo... quería estar solamente con mi novia. –tomó aire–Llegaste tú y me hiciste cambiar mis expectativas. –se acercó a mi y mordió un poco de mi dona. –no eres cualquiera. Y si te llevo a esa habitación no es porque te considere una de mis clientas. Es el único lugar en donde puedo hacerte mía. –sonreí mientras él seguia hablando.–Eres mia, ¿verdad?

–Más que tuya, Christian, más que sólo tu amante.

Nos besamos y sonreí en sus labios. Yo era, más que pasión para él.

***