One-Shots [Genshin Impact x lector/a]

[One-Shot 4| Kaeya]

LOS CELOS DE UN CAPITÁN DE CABALLERÍA 

Personaje: Kaeya x lector/a

Advertencias: ninguna

Categoría: romance

Kaeya Alberich estaba totalmente convencido de que tenía a todo Mondstadt comiendo de la palma de su mano. Bueno, quizás había alguna que otra excepción, como su propio hermanastro Diluc... Pero era amado por casi todos los habitantes de esa región, y era consciente de ello. Por eso mismo, cuando llegaste a la ciudad y le llamaste la atención, pensó que no sería muy difícil conquistarte. Tenía encanto y un aura misteriosa, estaba seguro de que lo lograría sin muchos problemas.

Al principio, fue así. Fue acercándose sutilmente a ti, ya fuese para preguntarte qué tal te iba tu día a día o para invitarte a comer algo en el Buen Cazador. Luego, comenzó a acompañarte en algunas de tus misiones, proveyéndote de una compañía bastante profesional cuando las cosas se ponían complicadas. 

Si él estaba a tu lado, jamás estarías en peligro. 

Justamente, esa era una de las promesas que había hecho contigo. Si necesitabas cualquier cosa, él vendría para ayudarte con ello. Si tenías que ir a una misión complicada, él daría todo su potencial para mantenerte a salvo. Incluso en los aspectos más mundanos de tu vida, él estaría dispuesto a acompañarte. ¿Querías pasear por Mondstadt? Cuenta con él. ¿Querías ir a ver cómo les iba al resto de los Caballeros de Favonius? Él planearía todo para que no tuvieses ningún inconveniente al ir a la sede.

Era una amistad de ensueño, aunque todos en Mondstadt estaban convencidos de que tú y él estabais saliendo en una relación mucho más que platónica, y te alegraba contar con el chico de tez bronceada siempre que lo necesitaras. Era agradable saber que una persona se preocupaba tanto por ti, y de vez en cuando tú eras quien le invitaba al Buen Cazador para agradecerle por todo lo que hacía por ti.

Ese día no era una excepción. Después de un extenuante día ayudando a los habitantes de Mondstadt, no era de extrañar que te cruzaras con Kaeya por la zona comercial del lugar. 

Estaba hablando con Sara, y su expresión mostraba que estaba bastante relajado. Aunque, ahora que pensabas en ello, muy pocas veces se mostraba inquieto o intranquilo, como si supiese controlar sus nervios a la perfección. De ese modo, se había ganado el respeto de la gente cercana a él y la confianza de Jean y, por supuesto, tu admiración.

Sin embargo, ese día no tenías mucho tiempo disponible. No solo necesitabas descansar con urgencia, sintiendo el cansancio extenderse por todo tu cuerpo, sino que tenías que prepararte para viajar a Liyue el día siguiente. Cierto hombre de Snezhnaya te había pedido ayuda para entrenar, y no te habías podido negar. Nobile podía ponerse muy pesado si no le prestabas la suficiente atención.

Nobile era otro de tus conocidos. Lo conociste uno de los días en que fuiste a Liyue sin la compañía de Kaeya, y terminó convirtiéndose en un buen amigo tuyo después de que cuidases a Teucer, uno de sus hermanos menores, durante una tarde completa. Ahora, solíais entrenar juntos a las afueras de la gran ciudad del comercio, y gracias a él habías mejorado bastante a la hora de pelear.