One-Shots [Genshin Impact x lector/a]

[One-Shot 6| Chongyun]

EL DEBER DE UN EXORCISTA

Personaje: Chongyun x lector/a

Advertencias: ninguna en concreto

Categoría: fluff

Comenzabas a hartarte de los incesables susurros de los demonios. Todos se escondían de ti, y, aún así, no paraban de molestarte. Se escurrían entre la oscuridad de tus muebles, se ocultaban en las esquinas de tu habitación y cuchicheaban amenazas vacías pero repletas de maldad. Fantasmas, entes y seres malignos que, desde el día en que pusiste un pie en Teyvat, decidieron perseguirte hasta el fin de los tiempos.

Aquella era tu maldición. Habías nacido con ella, y no tenías más remedio que soportarla. 

Durante tus más tiernos años de infancia, apenas eras capaz de discernir la maldad de aquellas criaturas que te acechaban. No fue hasta que comenzaste a crecer que te diste cuenta de la gravedad de aquel asunto. Mientras que tu veías seres en las sombras, ni tus padres ni tus conocidos eran capaces de discernirlos.

Estaba claro: habías nacido con una condición que parecía atraer criaturas oscuras, ya fuesen espectros o demonios.

Sin embargo, durante mucho tiempo, nadie fue capaz de creerte. Te miraban como si fueses una persona digna de ir a un hospital psiquiátrico, y muchos murmuraban a tus espaldas, pensando que habías enloquecido por completo.

Eso hizo que tuvieses que permanecer sin compañía de nadie por mucho tiempo, aguantando aquellos encuentros espeluznantes por tu cuenta. A veces, podías pasar noches enteras en un estado de desvelo, tratando de protegerte de aquellos seres que deseaban alcanzarte y terminar contigo.

Aunque, por ahora, ninguno no lo había logrado. Te habías podido defender como te era posible, pero tenías miedo de que algún día no pudieses ver la luz del Sol al amanecer.

¿Qué pasaría si morías por culpa de uno de aquellos fantasmas o demonios? ¿Tus padres finalmente se darían cuenta de que tus palabras de advertencia eran reales o pensarían que te había pasado algo distinto? En realidad, preferías que aquella incógnita jamás tuviese una respuesta.

Así que ahora mismo tu vida se basaba en sobrevivir y mantener tu cordura intacta.

No tenías ni idea de si había una forma de deshacer aquella maldición que estaba atada a ti desde el día en que naciste. Querías mantener la esperanza y pensar que algún día aquella pesadilla terminaría. Sin embargo, era complicado mantener el optimismo después de tantos años llenos de oscuridad y tinieblas.

Aún así, en el fondo de tu corazón continuaba habiendo un pequeño atisbo de esperanza. La solías utilizar cada vez que el miedo te carcomía por dentro al estar en presencia de un ente, o cuando necesitabas relajarte para irte a dormir después de una pelea contra un demonio. Quizás era débil, pero ahí estaba aquel rayo de esperanza, durmiendo en tu interior e impidiendo que sucumbieses a la locura.