One-Shots [Genshin Impact x lector/a]

[Preferencia 12| Scaramouche y Xiao]

[¿Cómo se comportarían al estar celosos?]

idea de Haku_6408

—A Scaramouche no le gusta mucho la idea de verte con otras personas que puedan actuar demasiado amistosamente contigo, y actualmente no dudará en hacértelo saber sin pelos en la lengua. Pero este hecho no siempre fue así, en especial al inicio de vuestra relación, cuando apenas sabía sobre las emociones humanas. 

—Scaramouche sabe perfectamente que su carácter y su personalidad no agradan a casi nadie, y por ello nunca se ha implicado socialmente para conseguir amigos o pareja. Hasta ahora, apenas se comunicaba con sus subordinados y, de vez en cuando, con el resto de los Once. Sin embargo, ese estilo de vida solitario dio un gran cambio en cuanto te conoció y empezó a salir contigo.

—El sádico Scaramouche había conseguido a alguien especial con quien compartir el resto de sus días, y absolutamente nadie era capaz de creérselo. Incluso él continuaba en un ligero estado de negación, incapaz de admitir que realmente estaba enamorado de ti, y sus 'te amo' eran increíblemente infrecuentes (o, en otras palabras, inexistentes).

—Todo cambiaría radicalmente la primera vez que sintiera celos. Ya había sentido envidia otras veces, pero en un terreno como lo era el amor, Scaramouche debía admitir que era bastante inexperto. Por eso mismo, cuando vio que Tartaglia se te acercaba para ligar contigo (pero era obvio que lo hacía a propósito con tal de molestar al sexto heraldo) sintió que su interior se retorcía por una rabia hasta ahora desconocida por él.

—Su primer instinto fue querer matar a Tartaglia, cosa que obviamente no podía hacer debido a su alto rango entre los Fatui, por lo que tuvo que controlarse durante un par de horas hasta que el pelirrojo salió de su vista.  A partir de ese momento, se te pegaría como un parásito, tratando de comprender el lío de emociones que se había apoderado de su mente. A pesar de eso, se rehusaría a hablar contigo durante un par de horas, hasta que te darías cuenta de que algo no iba bien.

—No podrías convencerle de hablar hasta que hubiesen transcurrido un par de días desde el accidente. Sería algo molesto, ya que Scaramouche enfadado se comportaría como un niño pequeño, y muchas veces tendrías ganas de sacarle la verdad a golpe. Sin embargo, llegará un momento en el que se cansará de esa estúpida ley del hielo que él mismo se había impuesto y comenzará a tratar el tema de manera indirecta.

—"¿Es normal querer matar a Tartaglia sin un motivo claro?" "¿Por qué se tiene que acercar tanto a ti? ¿Acaso no sabe que eres mi pareja?" "Soy mucho mejor que ese pelirrojo, ¿verdad?". Con esas frases que de vez en cuando iba soltando, no tardaste mucho en darte cuenta de que estaba celoso. Desde el inicio de vuestra relación tenías la sensación de que Scaramouche sucumbiría fácilmente a ese sentimiento, pero pensabas que sería consciente de él. Ahora, te dabas cuenta de que no controlaba tan bien las emociones humanas, y, por ello, deberías explicarle lo que le sucedía.

—Tras una larga charla de un par de horas, bastante terribles debido a las constantes preguntas que te hacía Scaramouche, terminaste de explicarle por qué se encontraba tan mal cuando Tartaglia se te acercaba para coquetear contigo. En un principio, la confusión se plasmó en el rostro del Baladista, creyendo que los celos equivalían a la envidia, pero pronto entendió que no era lo mismo. Y, cuando le dijiste que ser demasiado celoso y ocultarlo sería poco sano para vuestra relación, no tardó en comprometerse contigo, prometiendo que siempre hablaría de sus emociones con tal de resolver cualquier problema.

—Con eso, tu relación con Scaramouche dio un giro total. Comenzó a decir más seguido que te amaba, empezó a hablar más de sus propios sentimientos y, en definitiva, dio un gran cambio como novio. Aún así, siente celos con bastante frecuencia, como si fuese un niño pequeño que teme que le dejen solo, y, por eso mismo, no dudará en comentarlo y esforzarse para continuar estando contigo. Después de todo, después de tanto tiempo estando a solas, no puede perder a la única persona a la que aprecia de ese mundo.

—Xiao sería algo similar a Scaramouche en cuanto a su conocimiento sobre las emociones humanas. Pasa la mayoría de su vida luchando contra demonios y contra sus cargas kármicas, por lo que su tiempo libre siempre ha estado limitado. Eso sumado a su naturaleza evasiva y solitaria, hacía que tener a un ser querido fuese una misión casi imposible. Por eso mismo, cuando por azares del destino te conoció y se enamoró de ti, era un total inexperto en esos sentimientos y sensaciones amorosas. Fue un flechazo total, y sus pensamientos giraban solamente alrededor de ti.

—Por eso mismo, Xiao no tardaría en comenzar a sentir su mundo derrumbarse cada vez que alguien se te acerca. ¿Una chica hermosa se te acerca para charlar? Su estómago comenzará a revolverse y sus ojos seguirán cada uno de tus movimientos, incapaz de actuar debido a su inexperiencia. ¿Un chico atractivo trata de flirtear contigo? Xiao tendrá que sujetar su lanza y mantener toda la fuerza de voluntad posible para no acabar con él.

—Aún así, Xiao no estaba saliendo contigo, y era incapaz de admitir que tenía sentimientos románticos por ti. Su orgullo como Adeptus no quiere hacerle confesar que le gusta un ser humano, y eso complica mucho más sus emociones. Su corazón es consciente de lo mucho que le gustaría pasar el resto de su vida contigo, pero su cerebro teme hacerte daño. Eso es lo que causa que, cuando siente celos, sus reacciones sean totalmente aleatorias.

—En ciertas ocasiones, nada más siento esas emociones indescriptibles en su pecho, se retirará a las montañas para poder pensar a solas y sentirse algo mejor. No quiere asustarte con sus repentinos cambios de humor, y siente que su enfado causaría que nunca más quisieras hablarle. Otras veces, tiene una reacción más ligera y, cuando siente que alguien podría arrebatarte de su lado, saca a relucir su parte más sociable (la cual no es muy notable, aunque hace lo mejor que puede) para hablarte y tratar de llamar tu atención de cualquier manera, ya sea ofreciéndote algo de tofu de almendras, ayuda o simplemente pasando una agradable tarde de charla contigo.

—Tarde o temprano te darías cuenta de sus repentinos y bruscos cambios de comportamiento, ya fuera cuando se iba a la montaña a reflexionar o cuando se aferraba a ti de formas que jamás hubieses imaginado. Por ello tratarías de enfrentarlo, pero los resultados jamás eran los que deseabas. Después de todo, Xiao era incapaz de admitirse a sí mismo sus sentimientos por ti, así que mucho menos iba a poder confesarte a ti. Pero no te preocupes, tarde o temprano, su orgullo se aflojará un poco y terminará por aceptar lo mucho que te ama. 

—En conclusión, Xiao también se comporta como un niño que teme perderte o uno que hace un reproche cada vez que las cosas no le salen como quiere, pero no es su culpa. Las emociones que siente son abrumadoras, y es incapaz de pensar con racionalidad, así que no hay que culparlo por su comportamiento.