One-Shots [Genshin Impact x lector/a]

[One-shot 9| Childe/Tartaglia]

HACIA LAS PROFUNDIDADES 

Personaje: Childe/Tartaglia x lector/a

Advertencias: merman!au, ¿menciones de muerte?

Categoría: romance y angst

En el agua, un par de ojos brillaban intensamente. No era una ilusión óptica causada por el cansancio de un día entero de navegación, y mucho menos era debido al reflejo de la luna llena que adornaba el firmamento aquella noche. Ahí, bajo las calmadas aguas del mar en que te encontrabas, había algo mirándote, acechando en la oscuridad de las profundidades. Orbes celestes que resplandecían amenazadoramente, fijos tanto en la figura de tu pequeña embarcación como en tu propio cuerpo. Juzgaban tus acciones, contemplaban tus pasos indecisos y parecían memorizar tu apariencia con facilidad.

La inquietud hacía tiempo que se había apoderado de tu mente. Aquellas aguas nunca habían sido seguras para navegar, y si te encontrabas ahí era por una desviación que debiste tomar ante la presencia de una tormenta que estuvo a nada de destrozar tu embarcación. Ahora la aparición de esos ojos estaba alimentando tu paranoia, y apenas podías mantenerte a cubierto sin tener la sensación de que algo terrible estaba a punto de suceder.

Decenas de leyendas rondaban acerca de aquel mar. Desapariciones, secuestros, asesinatos... La cantidad de macabros sucesos que rondaban aquellas aguas era preocupante, y jamás te hubieras acercado ahí por decisión propia. Aquellas leyendas urbanas estaban demasiado documentadas como para ser simples mitos, y temías ser la siguiente persona en desaparecer por esos lares.

No se sabía la verdad sobre todas aquellas personas desaparecidas, pero sentías que aquella mirada fulgente estaba implicada en esos rumores sanguinarios.

Miraste al manto negro del cielo, notando que las estrellas podrían guiar tu recorrido. A menos que hubiese un imprevisto, llegarías a Snezhnaya en cuestión de seis días. Ahí, podrías hospedarte en el hostal donde habías reservado una habitación y olvidarte de aquel suceso tan terrorífico. Solo esperabas que aquel par de ojos no perteneciesen a un ente gigantesco. Enfrentarte a un calamar gigante por tu cuenta sería algo impensable.

Al bajar la mirada de nuevo, notaste que aquellos ojos celestes y resplandecientes habían desaparecido. El agua volvía a estar totalmente serena, vacía de cualquier criatura amenazante. Tu corazón, más que relajarse, pareció acelerarse. Hubieses preferido poder contemplar aquel brillo un rato más. De esa manera, podrías asegurarte de que no se acercasen más a ti. Al menos ahora tenías la certeza de que tu embarcación continuaría segura un tiempo más.

Ahogando un bostezo, te acercaste a uno de los asientos de la pequeña embarcación y te sentaste en él. Querías descansar, y, en realidad, lo hubieras hecho de no ser por aquella extraña experiencia. A parte de hacerte saber que estabas en grave peligro, te había arrebatado el sueño casi por completo. Así que dormir ahora estaba fuera de tus planes, y no tenías mejor entretenimiento que el que contemplar las estrellas y continuar remando con tranquilidad.