One-Shots [Genshin Impact x lector/a]

[One-Shot 7| Aether]

EL ADIÓS A UN MUNDO

Personaje: Aether x lector/a

Advertencias: ninguna en concreto

Categoría: angst

Con una sonrisa apacible, contemplaste al rubio frente a ti abrazar a su hermana melliza como si su vida dependiese de ello. Sus ojos dorados, aquellos que siempre habían estado dominados por una tristeza angustiosa, ahora brillaban con la mayor alegría que habías visto en él desde que le habías conocido meses atrás.

Conocías a la perfección el tiempo que Aether llevaba buscando a Lumine. Después de todo, tú le habías acompañado junto con Paimon a lo largo de aquella travesía. Por eso mismo, comprendías la emoción y la alegría que estaba sintiendo al haberse, después de tanto tiempo viajando, reencontrado de manera definitiva con su hermana.

A pesar de eso y de tu gran estima por Aether, a quien considerabas una de las personas más importantes de tu vida, no podías corresponder su alegría con tanta facilidad. En cambio, un hueco doloroso se había instalado en tu pecho. Un nudo imposible de ignorar que generó unas cuantas lágrimas en tus ojos. A medida que contemplabas el abrazo frente a ti, sentiste que alguien posaba su pequeña mano sobre tu hombro.

—¿Estás bien?

La fina voz de Paimon, quien se encontraba bastante preocupada por ti a juzgar por sus grandes ojos entrecerrados, hizo que tu cuerpo se estremeciera un poco. Tu intención no era preocuparla, mucho menos en un momento que, supuestamente, debía ser tan agradable. Ella y tú habíais viajado por todo Teyvat junto a Aether con un único objetivo: encontrar a Lumine. 

Ahora que aquel objetivo había sido completado, lo primero que hubieses hecho tendría que haber sido felicitar a Aether por haber finalizado aquella travesía de manera positiva. Ahora, te dabas cuenta de que eras incapaz de moverte o de decir cualquier cosa.

No te dolía por ver la sonrisa de Aether, al contrario. Siempre habías disfrutado de pasar el tiempo con aquel viajero de otro mundo, contemplando con adoración sus sonrisas u oyendo sus risas con una tierna sonrisa afectuosa en tu rostro. Viajar con él te había hecho no solo aprender sobre el mundo, sino que te había hecho descubrir tus sentimientos por alguien más.

Y ese alguien era, efectivamente, el aventurero de ojos dorados y largo cabello rubio que tantas veces habías trenzado aquellos meses. Identificar tus sentimientos por él no había sido complicado. Todas las veces que te había apoyado en las peleas contra hilichurls, la forma en que te había salvado la vida múltiples veces, las noches en que ambos admirasteis el cielo estrellado o las charlas al lado de una hoguera mientras preparabais algo de comer...

Todo eso había servido para hacerte comprender que le amabas de todo corazón, y solo por eso acallarías el dolor que estabas sintiendo. Él no merecía que aquella atmósfera cálida de reencuentro familiar fuese arruinada por tu culpa, por lo que decidiste solamente quedarte en silencio y no decir nada que pudiese entristecerlo, incluso si eso conllevaba a mentirle tanto a él como a Paimon, que continuaba expectante por tu respuesta.