AMAR EN SILENCIO

CAPITULO TRECE

- Laura, di algo – digo

- Es que no tengo palabras – responde entre susurros

- ¡Chicos, callaos ya, u os echo de mi clase! – nos grita la profesora de filosofía

Mis compañeros no evitan girarse para mirarme, desde luego con una sonrisa no me están mirando, desde que he llegado esta mañana al instituto la gente no ha parado de mirarme. Me ha tocado venir al instituto en Metro, sigo molesto con Mauro por no haberme traído en coche por vergüenza, pero bastante está haciendo ya por mí.

Mi teléfono vibra y me hace despertar de mis pensamientos, es un número desconocido.

- Aurora, ¿puedo salir un momento? - pregunto a mi maestra, que me mira no muy convencida.

- Es urgente – recalco

- Rápido – contesta

El abogado de mis padres es él que ha llamado.

Me explica que la semana que viene será el juicio, pero que siendo optimistas les cae mínimo tres años de cárcel a ambos. Algo que no me esperaba para nada. Imaginaba unos meses, servicios sociales o algo parecido. No me siento bien para volver a clase, así que me escapo. Al salir veo a mi hermano.

- ¿Dónde vas? - le pregunto

- Lo mismo digo – responde

- Me han dicho que habías salido de clase y no habías vuelto – me explica

- Porque tu novia tiene que decírtelo todo uf, se mete en todo – digo furioso

- No ha sido Sofía, ha sido Laura – afirma

No respondo, me quedo atónito, que hace mi mejor amiga diciéndole tal cosa a mi hermano. Supongo que lo habrá hecho para ayudarme.

Andamos, hasta llegar a algún sitio lejos del centro, en total silencio. Llegamos a zonas de la periferia, donde nos sentamos en un banco.

Le narro a mi hermano lo que me ha contado el abogado por teléfono.

- ¿Qué vamos a hacer ahora Cándido? - pregunta asustado

- Déjame pensar – digo

¿Por qué la gente siempre me busca para dar con la solución? ¿Por qué piensan que soy yo el que puede encontrarla?

- Lo que está claro es que no podemos estar tres años en casa de nuestras parejas – digo

Lucían me mira estupefacto. La he liado. ¿Tengo que contarle lo mío con Mauro? ¿Y si se lo dice a Sofía y ella a todo el mundo?

- ¿Desde cuando eres bisexual? - pregunta riéndose

Pero antes de que pueda contestar me interrumpe.

- Sé que no estás durmiendo en casa de Laura – afirma

- ¿Qué dices? - pregunto extrañado y asustado

Será alguna táctica suya de algo extraño, no creo que mi mejor amiga le haya dicho la verdad.

- Me lo ha dicho – dice, bastante convencido

- ¿Y porque te lo dice? ¡Puedes dejar de hablar con ella sobre mí! - grito

- Fui a su casa a buscarte y no estabas, entonces me lo dijo, no lo ha hecho con mala intención – dice, después de haber estado pensando durante unos segundos

- ¿Dónde estás durmiendo Cándido? - pregunta dulcemente y preocupadamente a la vez

Voy a decírselo.