AMAR EN SILENCIO

CAPÍTULO VEINTITRES

 "Duermo en casa de Laura" le envió. Lo último que me apetece ahora es estar con él, necesito pensar en todo, estas últimas semanas están siendo demasiado intensas para mí.

- Venga, tenemos que animarnos y salir por ahí – dice Laura

Vacilo un poco pero decido ir finalmente, no tenemos que estar los dos un viernes por la noche deprimidos por tíos.
Así que nos arreglamos, Laura va con un vestido rojo apretado y unas converse. Para mí buscamos en su armario, seguro que alguna vez me he dejado algo de ropa. Efectivamente, encontramos una camisa blanca y beige que me queda de lujo con los pantalones negros que llevo puestos.

Cogemos el metro y nos dirigimos a la zona de pubs. Vemos varios pero están llenos por lo que nos metemos en uno que hace esquina, no está lleno pero la gente que hay ya es suficiente. Laura y yo antes teníamos un grupo grande de amigos pero hubo una discusión fuerte y nos separamos. Y pues aquí estamos ella y yo. Si tuviera que hacer una peli sobre mi vida hasta ahora, se llamaría "Las aventuras de Cándi y Laura". Siempre ella y yo, porque el amor de la amistad es de lo más fuerte que hay.

Nos pedimos un Ron Cola en la barra y dos chupitos de tequila para cada uno. Al rato empiezo a notar el efecto del alcohol en mi cuerpo. Cojo de la mano a mi amiga y me la llevo a la pista de baile, que está abarrotada de gente bailando. 

Suena un temazo, "Vega" se llama. Y la empezamos a bailar a tope. Se nos acerca un chico bastante atractivo, que hemos visto antes liándose con dos chicas a la vez. Laura empieza a perrearle, no me parece mal si soy sincero, además va en otro mundo ahora mismo. Yo lo observo de cerca mientras muevo mis caderas al compás del baile, tiene los ojos verdes y los labios bien formados. La canción rompe y saltamos Laura y yo, el chico perrea con una chica de al lado. Parece que hoy el pub va de electrónica porque empieza a sonar "Puxero remix". El chico se nos acerca a Laura y a mí. Pero esta vez sin perrear. Cantamos a pulmón las pocas frases que canta, los tres sudando. Saltamos como si nos fuese la vida en ello, las luces empiezan a volverme loco y me mareo, pero sigo saltando. Cuando acaba la canción intento recuperar la respiración, agitado. Ahora suena "Cúrame" de Rauw Alejandro. Laura y el chico bailan pegados, yo canto con tres chicas que tenemos al lado, estamos todos pegados como lapas además todos sudados. Laura se acerca a bailar conmigo, el chico se queda moviéndose a nuestro lado, nos acercamos los dos un poco y se queda durante unos segundos mirándome fijamente, le sostengo la mirada confuso, la verdad es que sus ojos verdes se introducen bien en los míos, me revuelve algo raro, me siento incomodo. Se muerde el labio y se ríe. Me quedo confuso, me dirijo a la barra y dejo a Laura y el chico de ojos verdes bailando "El Diablo" de El Fresh. 

Pido otro chupito para intentar apagar el fuego que el atractivo chico de ojos verdes ha encendido en mí. La frase "Hasta que el diablo te chupe el culo" se repiten en la canción y en mi mente. Alguien me toca por la espalda y me preocupa pensar que es el chico, pero la sorpresa que me llevo es peor. Es Iván, miro detrás asustado por si está ...

- He venido con unas amigas tranquilo – dice, lo que me relaja, no me apetecía nada ver a Alejandro, aún menos desde lo que ocurrió en la cena.

- ¿Como vas con eso? - pregunto muy directo, a lo mejor debería haberme callado.

- ¿Te mola la canción que está sonando? - pregunta intentando cambiar de tema, me siento mal pero decido no cagarla más.

- Si, Zorra Remix es un puto temazo – digo nervioso, me voy casi corriendo.

Pero me quedo de piedra al ver a Laura liándose con el chico. Y ahora sí que no sé qué hacer, mi mejor amiga le acaba de poner los cuernos a mi hermano. Por esto mismo no quería tener que ver con las parejas de Lucían.

Convencido, me dirijo a ellos y cuando se separan cojo a Laura del brazo y la saco del pub. Va muy borracha, creo que ni se ha dado cuenta aún de la que ha liado. La siento fuera y pido un taxi. Veo como vomita así que voy a sujetarla el pelo. Veo que tiene un papel en su mano y se lo quito, es el Instagram del chico, creo que va a ser mejor que no lo vea. Por lo que me meto el papel en el bolsillo.

No sé cómo, pero llegamos vivos a su casa, la acuesto y se duerme, de verdad esta chica no sabe beber, siempre va borracha perdida. Intento dormir pero el techo me da vueltas, me pongo a pensar en lo nervioso que me ha puesto la mirada del chico. Cojo el papel del bolsillo del pantalón, si, voy a dormir con la misma ropa. Busco @Migueel13 en Instagram. La tiene privada, mierda, no puedo stalkearlo. Vacilo si solicitarlo o no, por un lado me siento mal por Mauro, pero luego pienso en que, que lo solicite no significa nada, además, es hetero que coño. Cuando bebo hablo un poco mal, lo sé. Lo solicito y apago la pantalla del móvil, me recorre como un nerviosismo infantil por el cuerpo.

 Dejo el móvil y mauro me viene a la mente, ocupa todos mis pensamientos, no me gusta que estemos mal. Finalmente consigo dormirme pensando en sus seductores y sabrosos labios, en su mirada azul tan penetrante, en cómo me acaricia cuando me apoyo sobre él, en todas las partes de su cuerpo, en él entero. Y sonrió en silencio.