Tengo a mi hermano llorando a mi lado, está muy dolido, hacía tiempo que no lo veía así de triste. Me duele en el alma pensar que tengo parte de culpa.
A las dos horas de la llamada, Lucían se presentó en casa de Mauro, estuvimos un rato los tres, pero bastante es que dejan que me quede yo, por lo que decidí ir a casa de mi abogado, obviamente lo llamé antes de presentarme junto a mi hermano en su casa. Lucían estuvo un buen rato en la ducha, mientras, tuve la oportunidad de hablar con nuestro abogado. Me dijo que teníamos suerte de que cumpla 18 años en febrero, para poder ser el tutor legal de Lucían y poder alquilar un piso para ambos. Cuando subí a la habitación que nos ha prestado, mi hermano ya se había dormido, no he vuelto a hablar con Laura.
- ¿Como vas? - le pregunto a Lucían
- No sé
- Lucían, tienes que ser fuerte, sé que lo ha hecho mal pero no te hundas por amor
- ¿Me lo dices tu? - dice, me ofende ese comentario.
- Si, te lo digo yo, tu hermano mayor, que se preocupa por ti – digo, Lucían me mira con los ojos húmedos. Respiro hondo y me acerco a él, lo hundo entre mis brazos. Al principio no responde, pero escucho como solloza.
- Tranquilo – digo
- Te quiero – consigue decir, me lleno de felicidad.
Lo estrecho fuertemente.
- Sé fuerte – le aconsejo
- Siempre intento serlo pero no puedo
- Si puedes, yo confío en ti
- Ya, pero yo en mí no – dice, y esa frase es lo que más me parte el alma, no se merece nada de lo que le está pasando.
- Papa y Mama también confían en ti, y la semana que viene te lo van a demostrar cuando los veamos.
- Los echo mucho de menos – dice entre llantos
- Y yo, y yo – digo, las primeras gotas empiezan a deslizarse por mis mejillas.
No soporto ver como mi familia se ha roto tan drásticamente, como yo, anteriormente anti-amor, estoy en una relación, la cual va demasiado rápido, pero de la cual saco a unas de las personas que más me apoyan, que me ama en la oscuridad, que está conmigo cuando estoy bien pero también cuando estoy destrozado, empiezo a depender emocionalmente de él, sé que eso es malísimo, pero no puedo ser feliz si él no está a mi lado, Mauro y mi hermano son la razón por la que me levanto de la cama todos los días.
"Gracias por todo Mauro de verdad, te quiero demasiado" le envío a Mauro. Recibo una foto suya, es tan guapo, justo después me manda tres fotos de motos, me pide que elija cual me gusta más, quiere comprarse una, el carnet se lo saco hace ya dos años. Estoy indeciso por dos, pero me decido por una Yamaha R 125, azul y negra, preciosa, que hace juego con el color de sus preciosos ojos. Me recorre algo raro por dentro, una sensación extraña, la dejo pasar.
Me dice que le gusta mi elección, que esta semana irá a comprársela, hablamos un rato más y le deseo buenas noches.
Estoy en la cama, intentando dormir, me viene a la cabeza el momento del pub, con Miguel, y como me miró, recuerdo su intensa mirada y la sensación que me provocó, me engaño pensando que la sensación era porque más tarde iba a ser el motivo de la ruptura de la relación entre mi hermano y mi mejor amiga, y que mi cuerpo lo sabía. Pero mi interior sabe que surgió una conexión entre ambos, es algo raro de explicar, los pelos se me ponen de punta. Me sabe mal tener esos pensamientos.
Pienso entonces en la mirada de Mauro, en lo mucho que me siento protegido gracias a esta. Recuerdo como el día del juicio su mirada me empoderó y me hizo sentirme protegido.
El sollozo de mi hermano acaba con mis pensamientos. Me rompe verlo así, eso es lo que no quería, sabía que cuando lo dejarán no sabría qué hacer con Laura, al fin y al cabo es mi mejor amiga, es que ahora estoy en todo el medio, empiezo a estresarme por lo que paro, echo de menos ser como antes, cuando todo el mundo veía una fachada feliz y alegre, no veían mis ataques de ansiedad, mis llantos ni mis problemas. Ahora parece que todo el mundo sabe sobre mí y eso me saca de mis casillas, odio que los demás sepan tanto de mí, me agobia.
Imagino a mis padres en la cárcel, separados de sus hijos y de su amor, odio imaginarme como tendrán que sentirse, estarán destrozados, esos sí que son problemas de verdad, y no los nuestros de desamores juveniles. Si odio amar en silencio, no me quiero imaginar sufrir en silencio. La mecha entre el amor en silencio y el desamor en silencio es muy corta.
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AMAR EN SILENCIO
RomanceCándido ,Un chico homosexual que va a pasar por diferentes problemas, algunos mas duros que otros, y va a conocer como es de verdad Mauro, el típico chuleta de instituto, un chico reprimido, que le va apoyar en todo momento, pero que no quiere que n...