Vas a pagar, Quejicus

19 0 0
                                    

Las palabras volaban por la mente de Idonny, intenta concentrarse en el texto frente a ella, pero el cansancio y las conversaciones en susurros a su alrededor se lo impiden.

La poción es increíblemente avanzada y tiene dos partes separadas que contienen pasos para cada parte, cuando se completa la preparación, la poción debe cocerse durante un mes antes de... 

Lupin deja escapar un bostezo antes de desviar la mirada de la lectura. Frente a ella se encuentran Cal e Issy, la primera más callada que de costumbre y la segunda más comunicativa de lo usual.

—Issy, creo que estás abrumando a Cal —comenta la castaña con doble intención, adora a sus amigas, pero hay veces en las que Issy habla tanto que no la soporta. 

—¿Hmm? Nah, —responde la aludida intentando parecer despreocupada, pero Idonny sabe que no es más que una farsa.

Han pasado dos días desde aquel partido de quidditch y la menor de los Black no puede verse más descompuesta. 

«Y con razón» piensa la Ravenclaw «Seguramente el shock y el impacto de la caída, a pesar que James la haya salvado, le afectaron física y mentalmente» 

El golpe que le había dado la bludger a la ojigris empezaba a convertirse en un chichón que la chica se esmera en ocultar con un mechón de cabello, además de que en esos ojos fríos, si miras bien, puedes apreciar la sombra del dolor en ellos.

—No seas aguafiestas Iddy —reclama la pelirroja a lo que Idonny frunce el ceño— Mejor cuéntale a Cal del plan en el que hemos estado trabajando. 

La castaña vacila. No cree que el estado mental de Cal sea algo que deban dejar a la ligera, pero es consciente de que si menciona algo al respecto esta lo va a negar. Así que solo asiente y les muestra el libro a las chicas.

—Es para la batalla de bromas, —ante esto la Slytherin se ve más interesada— consiste en poción multijugos, Issy y yo hemos estado intentando hacerla, pero creo que necesitaremos tu ayuda para los detalles finales. 

—¡Muy bien! ¿Y quién es el objetivo? ¿Peter? ¿Sirius? —pregunta Cal entusiasmada.

—Quejicus —contestan al unísono las otras dos con una sonrisa algo perversa. 

Eso desanima a Black.

—No lo se chicas, Snape es algo resentido, y se que no les agrada pero si le dieran u-

Pero la chica es interrumpida por un estruendo de risas provenientes de una mesa a cierta distancia de la suya. En esta había un grupo de chicos de quinto año, todos rodeando al mismísimo Severus Snape, animando a que este hablara en un volumen más alto, de tal forma que las chicas escucharan.

—...les digo, son criaturas repugnantes, ¿Se imaginan a un ser peludo y enfermo merodeando por ahí? —Snape fingió contener una arcada— Escuché que los hombres lobo andan con ropas raídas además de que apestan a vomito y deshechos animales.

Idonny se tensa, al igual que las otras dos chicas. Cualquier mención de un hombre lobo siempre ha activado una alarma en la Ravenclaw. 

—¿Aún quieres defenderlo, Cal? —pregunta Issy. Idonny se esfuerza por mantener la boca cerrada.

—Vamos, tú sabes que Lunático no apesta, él está hablando en general...

—¿No les recuerda a alguien? —continua el chico de nariz ganchuda lanzándole una mirada a la menor de los Lupin. 

Ella se yergue en su asiento y lo mira desafiante. Puede ser dos años mayor que ella, pero está dispuesta a golpearlo de ser necesario. 

—Wow... tranquila Lupin, si bien esos harapos que llevas parecen defecados por un porlock, tu hermano es el que cumple con más aspectos...

Eso puede con Idonny. Se levanta inmediatamente, haciendo que la silla caiga de espaldas. Le lanza una mirada asesina a Snape, de esas que serían capaces de paralizar a un basilisco.

—Bueno Quejicus, tampoco es como si tu llevaras tus mejores trapos —suelta su veneno mordazmente.

—Vamos Severus, no hables si no te encuentras mucho mejor —Cal apoya a su amiga—. A diferencia de otros no es como si vistieras algo mejor que prendas muggles.

El rostro del Slytherin se prende en ira. 

—¿Te pones de su lado, Calipso? Estos malditos ni siquiera merecen estar en Hogwarts. Especialmente gente como su hermano —ataca Snape de vuelta—. Lupin no es más que una bestia horrenda ¿Acaso no lo ven? ¡Es un maldito hombre lobo! Apuesto a que Potter no sabe, o si no, no se la pasa- ¡Ahg!

Eso pudo con Idonny. En cuestión de segundos había recorrido a grandes zancadas la distancia que la separaba de Snape y le dió un puñetazo en la cara. 

—No. Te metas. Con. Remus. —resopló furiosa agarrando al chico por el cuello de la camisa.

—¡Idonny no! —exclama Issy, quien ya se encontraba a su lado, intentando evitar que golpeara a Severus de nuevo. 

Después llega Calipso, y entre las dos apartan a su amiga del Slytherin.

—¡Eres una salvaje! ¡Bestias como tú y tu maldito hermano deberían ser registrados por el ministerio! 

—¡Cállate Quejicus! —le gritó Cal, quien nunca le había llamado así.

Snape la miró herido, estaba por responder algo cuando la señora Prince, la bibliotecaria, se acerca a la conmoción.

—¿Qué está sucediendo aquí? ¡Nada de peleas! —dice para luego señalar a Snape, Cal e Issy— Tú, tú y tú, fuera de aquí. Ahora. Y Lupin ¿Qué rayos pasa contigo? 

Eso finalmente hace que la castaña baje la mirada apenada. Ella y su hermano suelen ser reconocidos por tener la buena conducta en el grupo de revoltosos.

—Lo lamento señora Prince, prometo que no se repetirá. 

Y no sin antes dedicarle una última mirada a Snape, las chicas toman sus cosas y se retiran de la biblioteca.

—Ese maldito... —murmura Calipso mientras caminan por el pasillo— Hagamos la broma. ¿Cómo les ayudo? 

Una sonrisa sombría se curva por los labios de Idonny. 

—Perfecto. Quejicus se ha metido con las personas equivocadas.

Entre todos los coloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora