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Después de unos quince minutos, Seok Jin sirvió el café en una taza limpia y comenzó a mezclar el azúcar con una pequeña cuchara.
Su mirada se clavó en un pequeño frasco color cafe rojizo que estaba a un lado de la cafetera y lo tomó para analizarlo.

Esperaba tanto que esta vez funcionara o se volvería loco. Tenía que atrapar a Jungkook por la fuerza, aún si eso le costaba su amistad con el.
Y sin dudarlo ni un segundo, virtió un poco más del líquido en la taza. Sus manos temblaban, pero aún asi se mantuvo en su postura fuerte. Esa fórmula lo haría dormir, aún que podía tener efectos secundarios, como mareos o alucinaciones.

Él sólo rogaba por que todo saliera bien.
No deseaba nada más...
Sólo quería tenerlo una vez en su vida y que después pasara lo que el destino quisiera.

Así que tomó la taza y la colocó en el pequeño plato para después dirigirse a las escaleras. Sus pasos fueron lentos al subir, esperando no tropezar con ningún escalón. Hasta que finalmente llegó arriba y entró a la habitación sin tocar.

Jungkook se encontraba de espaldas, mientras llevaba una toalla sobre la cintura y se secaba el cabello rápidamente. El pulso del mayor se aceleró al verlo y cerró la puerta con seguro detrás de él.
El mayor parecía tan distraído mirando el teléfono encendido sobre la cama que ni siquiera se percató de su presencia.

—Jungkook —le llamó el mayor acercándose a él—, tómalo antes de que se enfríe.

El mayor se dió la vuelta y asintió tomando la taza entre sus manos.

El pelirosa lo observó detenidamente mientras bebía el café y sonrió.
Ahora sólo tenía que esperar unos minutos, todo sería más fácil de lo que pensó.

Todo iba a resultar bien, el confiaba en ese líquido, todo lo que había hecho valdría la pena...

✩゜・。。・☪ ゜・。。・゜✩

Hoseok revisó una vez más que Taehyung estuviera bien, no había parado de subir a la habitación cada cinco minutos, ya hasta comenzaba a marearse.

—¿Por qué mejor no duermes aquí?, Así no tienes que subir a cada rato... —le dijo Taehyung con una sonrisa apagada mientras lo miraba.

El pelinaranja lo miró a los ojos y sonrió tristemente.

Parecía que si no hacían algo pronto, tal vez no sobreviviría. Él no quería perderlo, no después de encariñarse tanto con él.
¿Por qué la vida le quitaba todo lo que él quería?, ¿Por qué Dios era tan cruel?

—¿Cómo te sientes? —preguntó con angustia.

—Hobi, es la décima vez que me lo preguntas. Estoy bien, de verdad lo estoy —sonrió.

—No me mientas, sé que no lo estás.

—Sólo es cuestión de cuidados, estaremos bien, Hyunbin nacerá sano y fuerte —acarició su barriga con emoción—. Sólo, confía en mí...

Hoseok rascó su nuca con ansiedad, soltó un suspiro cansado y terminó asintiendo levemente. Tenía miedo, no podía perder a Taehyung.

—Confío en ti, cariño.

...☪...

El frío sonido de una gota cayendo en un balde de aluminio, le ponía los pelos de punta a Jimin. Tenía miedo, estaba aterrado y rogaba por su vida mientras la puerta hacía un chirriante ruido, avisando que alguien estaba entrando.
Jimin levantó la mirada al instante y se quedó congelado al ver a la persona parada frente a él.

Todo seguía sorprendiéndolo.

Aunque no era imposible, no estaba preparado para verlo.

—No me equivoqué. Siempre tuve un mal presentimiento contigo, Taemin —habló Jimin con un nudo en la garganta.

Cuando tu corazón sea MIO ♥︎[국민 - Fanfic]♥︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora