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Era un día lluvioso y frío, pero eso no impidió que los militares corrieran alrededor del campo y entre ellos; Min Yoongi.
El peligris, se mantuvo trotando, con la mirada en alto; aún si sus pensamientos estaban divagando en otra parte.

Se sentía tan sólo...

Ya no tenía a nadie.
Y si lo había tenido, lo había perdido...

Su corazón era tan egoísta porque sólo podía pensar en Jimin.
Había intentado amar a Taehyung, pero no podía; simplemente su corazón no quería.

Pero lo extrañaba tanto...

Extrañaba ver la sonrisa brillante de Taehyung y dolía.
Dolía su recuerdo del día en que tuvo que marcharse de su lado.

Todos los días llegaba a casa de su madre, con una sonrisa triste y fingida, con el alma sola y rota.

—¡Militar, Min! —escuchó gritar al coronel del ejército.

—¡Sí, señor! —respondió inmediatamente, manteniéndose derecho y saludando de la manera correcta.

—Ve a entrenamiento —ordenó el coronel Chul.

Min respondió y se dió la vuelta.

Las gotas de la lluvia ya habían mojado toda su ropa. Se quitó la gorra para sacudir su cabello y volvió a colocársela para entrar a la división del edificio.

✩゜・。。・☪ ゜・。。・゜✩

Jimin tocó la puerta y entró a la habitación del matrimonio con una grande sonrisa. Jungkook jamás lo había visto sonreír así, en tan sólo una semana, todo había cambiado; su relación al fin estaba mejorando. No discutían y podían mantener una plática más larga, el rubio lo atendía y le ayudaba a cambiar las vendas de la herida.

—Jungkook —habló el rubio sentándose en el borde de la cama—, yo quería...

El nombrado sonrió y se acomodó en la cama.
Jimin se veía precioso, adoraba el brillo que nacía en sus ojos.

Jungkook por otro lado, se veía mejor, ya no tenía ese aspecto con el de un muerto y Jimin estaba feliz de eso.

—Yo quería agradecerte...

Sus miradas se encontraron, Jungkook sonrió y se mordió el labio.

—Sé qué ya pasaron días, pero quería agradecerte por haberme salvado la vida —habló nuevamente—. Gracias. Te sacrificarse por mí...

—Y lo haría las veces que estuvieras en peligro —respondió el pelinegro con la mirada sobre sus ojos azules—. Daría mi vida por tí.

—Pero...

—¿Me sigues odiando?

Jimin se quedó inmóvil, su mirada se dirigió al suelo y miró sus pequeños pies.
La pregunta que estaba esperando, pero que no estaba listo para contestar.

Había convivido mucho con Jungkook en los últimos días, especialmente por qué el doctor había dicho que necesitaba muchos cuidados.
Desde entonces ambos platicaban más e incluso Jungkook bromeaba con él.

Y después de unos segundos, Jimin volvió en sí.

—No —respondió seguro.

—Me lo decías constantemente.

—Sí, lo sé —Jimin se levantó de la cama y le dió la espalda—, pero no te odio.

Fue lo único que le escuchó decir antes de que abriera la puerta y se marchara. Jungkook empuñó su mano y suspiró, ¿Por qué hacer que Jimin le dijera la verdad era tan difícil?, Sabía que estaba mintiendo.

Cuando tu corazón sea MIO ♥︎[국민 - Fanfic]♥︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora