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Después de oír aquellas palabras, el rostro de Jungkook se iluminó como jamás en su vida lo había hecho, lleno de felicidad y miles de sentimientos que no podía explicar.

Sus brazos envolvieron a Jimin, atrayéndolo hacia él, fuerte pero sin lastimarlo. Y sin dudarlo, sin miedo, con todo el amor que sentía por él, lo tomó del rostro y estampó sus labios con los de él, en un fogoso beso.

Esta vez Jimin estaba decidido a todo.
Aún si su cuerpo se mantenía temblando...

Su destino estaba llegando.

Ya nadie podría romperle el corazón, ni una sola vez más.
Por qué esta vez no se enamoraría.

Así que, correspondió ese beso, moviendo sus labios al ritmo de los de Jungkook y se besaron por un largo rato. Con un fuego ardiente, como si se tratara de dos amantes enamorados.
Las fuertes y grandes manos del pelinegro, se posaron sobre su nuca, rozando su cabello suavemente.
Tuvieron que separarse debido a que el aire les faltó y se miraron fijamente...

Las mejillas de Jimin se tornaron rojas, se sentía avergonzado, no era el primer beso que se habían dado. Pero éste había sido uno más formal.

—Jimin —le llamó el mayor tomando su mano para besarla con ternura—. Te prometo que te haré feliz, hasta el último día de mi vida

El rubio sonrió, aún que realmente eso no le importaba.
Todo lo que hacía era como un sacrificio.

—Gracias por todo, Jungkook —sonrió y se separó de él disimuladamente.

—¡Mmmg! —se escuchó un fuerte carraspeo proveniente de las escaleras, por lo que ambos se separaron al instante y Jihyun sonrió.

Una sonrisa llena de hipocresía...

—¿J-jihyun, q-qué haces aquí? —le preguntó Jimin nervioso.

Se preguntó si lo habría visto besándose con Jungkook, maldita sea, quería huir. Qué vergüenza.

—Vine a recoger unas maletas, me voy de viaje, son de negocios —habló sonriente—. De uno u otro modo tendremos que hacer funcionar la empresa, ¿No?

—Envié a mis mejores trabajadores para levantar la empresa, ¿No ha sucedido ningún cambio? —preguntó Jungkook.

—Claro, claro —respondió pisando el último escalón—. Pero tenemos que hacer algo NOSOTROS, también —Jihyun le lanzó una mirada a Jimin, una amenazante—. Tenemos que hacer sacrificios, por más desagradables que sean...

El rubio frunció el ceño, sabía a lo que se refería.

Jihyun era cruel, una persona fría y que sólo veía por sí mismo, estaba lleno de interés por el dinero y el poder. Jimin sabía perfectamente bien; que por más que la empresa se estuviera cayendo a pedazos, él no haría nada. Él no iba a un viaje de negocios, de eso estaba seguro.

—Bueno, ¿No crees que el avión podría dejarte si no llegas a tiempo? —respondió Jimin, con la intención de correrlo, estaba fastidiado, harto de él y de sus estúpidos juegos.

—¡Oh, sí! —Jihyun tomó sus maletas y se acercó a ellos—. Me voy, suerte y por cierto, volveré para la boda, no se preocupen —sonrió abrazando a Jungkook, mientras le lanzaba una mirada de odio al menor.

Jihyun abrazó a Jimin y le susurró al oído:

—Recuerda que no puedes hacer las cosas mal o todo tu teatrito se va a desmoronar sobre tí, ten por seguro que yo mismo te echaría de cabeza —susurró lo suficientemente bajo.

Jimin se tensó, esas insinuaciones habían sido claras, pero no podía ser... jamás los había visto juntos, él no podía saber de la existencia de Yoongi.

Cuando tu corazón sea MIO ♥︎[국민 - Fanfic]♥︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora