Dentro de mi lista de agradecimientos, todo el mundo sabe quiénes son los primeros, porque son dos personas muy importantes en mi vida y que tienen mi corazón en sus manos. A ese par que a veces se odia y a veces se tolera, a ese par que me revuelve e inconscientemente han inspirado algunas de las escenas de lo que aquí se mostró.
Pero, también tengo que agradecer – con todo el corazón – a las chicas del grupo de WhatsApp, que son las que se echan dramas completos cuando enloquecemos, que aguantan mis crisis a media noche y que han construido el lugar más seguro del mundo entre sus brazos; para las chicas del grupo que no tiene nombre fijo (y no mencionaré el que actualmente tiene en honor a la formalidad) pero que más que amigas, se han convertido en familia.
Y gracias a ti, por estar aquí y entrar un poquito en los mundos que habitan en mi mente. Gracias a ti, que estás desde el inicio y a ti, que acabas de llegar; gracias por ser luz en medio de tanta sombra y por permitirme entrar a tu vida a través de mis letras.
Muchas gracias.
Un año y dos semanas, trescientas cincuenta y siete páginas, ciento cuarenta y siete mil ochocientas noventa y dos palabras, y muchas emociones después esta aventura ha llegado a su final.
A este punto la melancolía se mezcla con la emoción y el miedo siempre presente por compartir con ustedes un poco de mi alma y mi alocado mundo; y es que mirar hacia atrás solo puede describirse como un viaje en montaña rusa: vertiginoso. Ha sido un camino no siempre sencillo, lleno de tazas de café cargado, llantos, risas y madrugadas frente a una computadora en la que más que escribir un cuento, miraba impotente a Harry y Louis creando su propia historia y tomando vida a partir de unas cuantas palabras que se llevaron mi corazón desde el primer instante.
Esta novela ha sido para mí una puerta, una oportunidad y tal vez, incluso, una forma de sanar un poquito de las heridas que todos – en mayor o menor medida – tenemos. Ver crecer a Harry y pasar de ser la imagen de rígido empresario con problemas de manejo de poder a mostrarse como el niño desamparado esclavo de su propio corazón fue un constante descubrimiento, fue crear mil documentos y escribir en las servilletas historias de infancias que quizás nunca vean la luz, pero ahí están.
Quizás desde un principio supe que aunque a simple viste fuese Louis el que tuviera una especie de "enamoramiento platónico" por el maldito y odioso gerente de ventas, hasta yo misma me sorprendí en cierto punto al notar que fue Harry el primero en caer en el paraíso de unos ojos azules.
Pero, de nuevo, ¿quién soy yo para meterme en la historia de estos dos? Se acabó esta fic, pero me gusta creer que su historia continúa y que en la infinidad de universos existentes, ellos son felices y libres amándose.
A pesar de todo, creo que es justo que diga que lo mejor que Heterosexuality me ha dejado, en realidad eres tú.
Eres tú que me dejas comentarios aquí, en mi muro o en alguna de mis redes sociales; eres tú, que recomiendas la fic con cariño y emoción; eres tú, que has sufrido conmigo por este par de tontos; eres tú, que con un mensaje de cariño y aliento me has sostenido cuando mi base flaqueó... Eres tú, que me ha brindado apoyo y amistad.
Así que, ¡ey!
¿A qué te sabe la libertad?
Con infinito amor,
Jaz.
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Heterosexuality [l.s]
FanfictionCuando Louis Tomlinson despertó -tras una noche de borrachera con sus compañeros de trabajo -, se dio cuenta de tres cosas: primero, estaba completamente desnudo; segundo, había un hombre a su costado en la cama; y, tercero, ese hombre era Harry Sty...