Heterosexuality [l.s]

Día 16

⚠️ADVERTENCIA: Capítulo con contenido sexual explícito. Se muestra a un H dominante y tienen una pelea un tanto extraña.⚠️

Louis quería vomitar.

La situación era por mucho, sofocante y él no se sentía capaz de soportarlo más tiempo. No cuando sentía que todos lo estaban juzgando, a pesar de que las personas en ese avión a las justas reparaban en su presencia. Quizás eso es lo que más ansiedad le ocasionaba: la fría tranquilidad que todos tenían o la ausencia de reclamos de cierto rizado que enfurruñado, lo ignoraba.

—¿Estás bien? —Zayn le dio una mirada dubitativa —¿Louis?

—¿Eh? Sí, sí, lo siento. —evitó su mirada y frunció el ceño.

Acababan de aterrizar y decir que no tenía miedo sería mentir; pero, por el momento, quería fingir que todo estaba bien. Que no había sucedido nada extraño y que su vida no se sentía tan estúpida desde la tarde anterior.

Si era sincero consigo mismo, el castaño todavía no comprendía del todo su situación. Después de que Devon lo besara frente a todos, su única reacción fue entrar al ascensor, huyendo de las miradas sorprendidas y de la furia en ciertos orbes verdes. El americano lucía sereno e imperturbable, pero Louis podía ver en sus ojos celestes un miedo parecido al que le apretaba el pecho a él mismo; a pesar de eso, no pudo decirle nada que lo calmara porque ni siquiera él se sentía tranquilo. Devon se pasó la recepción completa disculpándose con él o lamentándose por su impulsividad, Louis lo único que hacía era asegurarle que no pasaba nada y apoyarlo, asegurándole que no era tan malo salir del clóset, a pesar de que sabía que lo que le preocupada a su amigo era la manera en que lo había hecho.

En determinado momento de la tarde, se dieron cuenta de que el padre del pelinegro se había enterado de los rumores, pues desde ese preciso instante, sintieron en la nuca su penetrante mirada. Cuando con una señal, le indicó a su hijo que se acercara, solo pudieron rezar porque no sucediera nada malo y el magnate no armara un escándalo frente a tantas personas. A pesar de que el ojiazul se ofreció a acompañarlo, Devon negó sutilmente, asegurándole que no quería meterlo en más problemas, así que despidiéndose con un tierno abrazo y la promesa de verse después, el americano fue al encuentro de su padre y Louis se regresó a su habitación, evadiendo eficientemente a todo aquel que quisiera dirigirle la palabra.