Heterosexuality [l.s]

Día 07

Louis alzó la mirada, incrédulo.

—¿Cómo dices?

Melody, todavía en la puerta, lo miraba con una sonrisa extraña, mientras se balanceaba de un lado a otro en un gesto no muy común de nerviosismo.

—Hmmm, sí. Que tengo a Devon Sckrotchev en la línea. —repitió —Me está pidiendo que lo comunique.

El castaño parpadeó lentamente.

—¿Y por qué no me avisaste por el intercomunicador?

—¿Y despertar los rumores de nuevo? —la rubia lo miró escandalizada —Las paredes tienen oídos, jefe. —se acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja y miró al ojiazul con un gesto casi burlón —¿Entonces? ¿Te paso la llamada?

—Eh, sí... Claro. —Louis frunció el ceño confundido, pero asintió.

Melody le dio una sonrisa misteriosa, antes de salir y cerrar la puerta de la oficina con suavidad.

Después de lo de Nueva York, Louis había intercambiado un par de mensajes con Devon, pero algunos días después, ambos perdieron contacto y el americano simplemente dejó de responder; no es que el castaño lo echara mucho de menos, por supuesto, tenía tantas cosas en mente que no había pensado en nada más; pero en ese momento, al caer en cuenta de realmente hace cuánto no hablaba con Devon, algo parecido a la culpa le apretó la garganta.

La llamada sonó en el teléfono que tenía en su oficina justo cuando el pensamiento de ser un mal amigo, cruzaba por su cabeza.

—¿Hola? —Louis contestó, aún dubitativo.

—¡Hey! ¡Tommo! —el acento del americano se escuchó a través del alta voz — ¿Cómo estás, bonito?

El ojiazul sonrió inmediatamente ante el tono sutilmente coqueto que su amigo utilizaba siempre que hablaba con él.

—Hola, Dev. —habló con voz suave y amable — ¿Cómo estás?

—Bien, bien... Con muchas ganas de hablar con el mejor amigo con derechos del mundo, por supuesto.