Heterosexuality [l.s]

Prefacio

Pequeñas gotas de agua se deslizaban por su mentón, cuello, clavícula y morían en la leve curvatura de sus abdominales. Louis siguió el curso de esas gotas con una atención excesiva, dispuesto a concentrarse en cualquier cosa, menos en el gesto indiferente de Harry.

—Se te ha acabado el gel de baño. —murmuró el rizado.

Louis sonrió de lado y alzó la mirada. —Creo que eso no ha sido culpa mía.

El ojiverde se encogió de hombros y rio. —Tranquilo, a partir de mañana, no me tendrás de parásito consumiendo tus cosas.

La sonrisa de Louis se congeló. Un pesado nudo se le formó en la garganta al oír esas palabras que para él no tenían ningún sentido.

El silencio cayó en la habitación, como el manto de la realización de un hecho que a Louis le dolía y a Harry le incomodaba.

—¿En serio lo harás? —preguntó el castaño, después de carraspear con incomodidad.

Los ojos verdes de Harry se clavaron en la figura desnuda de Louis, sonrió con socarronería y sacudió sus rizos.

—¿Hacer qué exactamente, Louis? —murmuró, aunque ambos conocían la respuesta.

Louis miró fijamente a Harry, quien solo arqueó una ceja, mientras se ponía su ropa.

—Casarte con Nerea...—fue la respuesta susurrada del chico.

Harry se congeló con la camiseta a medio poner, miró a Louis largo rato, analizando sus palabras y gestos tristes.

—Lo haré...—dijo con lentitud y con una fría seguridad que le rompió el corazón a Louis —Lo sabías.

—Yo...—agachó la mirada.

Harry frunció el ceño, se terminó de poner la camiseta y se giró evitando su mirada. Cuando volvió a hablar, su voz estaba cargada de rabia, impotencia y un sentimiento al que Louis no le pudo poner nombre. —Lo sabías desde el inicio, Louis. Sabías que pasara lo que pasara, me casaría con Nerea.

—Entonces, ¿qué significa esto? —chilló Louis, sintiendo arder sus ojos —¿Por qué durante un mes te he tenido en mi cama? ¿Por qué me has besado y acariciado?

Harry se volteó furioso y lo miró con intensidad. —Yo te lo dije, Tomlinson. Te dije que yo era heterosexual. Esto no significó nada y...

La carcajada histérica de Louis interrumpió lo que sea que fuera a decir el rizado.

—¿Heterosexual? ¿Tú? —rio con las lágrimas empezando a correr por sus mejillas —¡Tú eres lo que sea menos un hetero! ¡Me has follado por un mes! ¡Te has sentido mejor metiéndomela que acariciando a tu sosa novia! ¡Eres un idiota, un hijo de puta! ¡Sí! ¡Pero no eres un heterosexual, Styles!

La cara de Harry se contorsionó con enojo. Louis, todavía desnudo, se levantó de la cama y caminó hacia Harry, lo miró con toda la burla que pudo reunir entre sus lágrimas y susurró: —Supéralo.

Con la poca dignidad que aún podía conservar, elevó el mentón y pasando al lado de Harry, se encerró en el baño. Cuando el sonido de la puerta de su departamento le avisó que el rizado se había ido; Louis, por fin, se permitió llorar por su corazón roto.