Día 21

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Louis terminó de revisar los documentos que Melody le había llevado, con un ceño fruncido y un suspiro cansado; las cosas, nuevamente, no estaban saliendo según lo previsto

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Louis terminó de revisar los documentos que Melody le había llevado, con un ceño fruncido y un suspiro cansado; las cosas, nuevamente, no estaban saliendo según lo previsto. Y lidiar con eso tan temprano, le estaba dando un fuerte dolor de cabeza.

Firmó lo que tenía que firmar, y arregló los papeles en una carpeta, antes de llamar a su secretaria por el intercomunicador para que pasara a recogerlos; sin embargo, ella no contestó, y cuando por tercera vez la llamada no cayó, soltó un resoplido de mal humor. Se puso de pie y se dispuso a ir a entregárselos personalmente, pero, cuando estaba caminando hacia la puerta, esta se abrió intempestivamente, haciéndolo respingar por la presencia no tan sorpresiva pero no por eso, menos esperada de cierto hombre en traje y preciosos ojos verdes.

—¿Pero qué mierda? — Harry, sin decir ni una palabra, lo tomó de la mano y lo arrastró hasta el baño que había en la oficina, haciendo que la carpeta con documentos cayera al piso; una vez dentro, cerró con seguro y lo volteó, apoyando sus enormes manos en las caderas del ojiazul — ¿Qué demonios te pasa, pedazo de...?

Las protestas de Louis quedaron ahogadas cuando el más alto lo azotó contra la pared y lo besó demandante, con voracidad y firmeza; el castaño, tras la sorpresa inicial, le correspondió alegremente el beso, subiendo las manos hasta su cabello y pasando los dedos entre los rizos color chocolate.

—Hmmm, ¿buenos días? —le dijo divertido, cuando tras algunos instantes, Harry se separó un poco.

El rizado soltó una baja y ronca risa, antes de mirarlo apreciativamente. —Buenos días, Tomlinson. Luces bien...—sonrió limpiándose la comisura de la boca con el puño de su elegante traje, para después regresar sus manos a las caderas de Louis —¿Cómo estás?

—Aplastado. — sonrió levemente removiéndose contra el cuerpo del menor, para hacer más claro su punto. Su sonrisa se ensanchó cuando el más alto soltó una respiración pesada y apretó su agarre.

—Ya veo...—hizo una mueca extraña antes de retroceder un paso con lentitud.

Louis ladeó la cabeza, algo confundido por el comportamiento del más alto, pero no le dio tiempo de preguntar nada, pues escuchó que la puerta principal de su oficina se abría y las conocidas voces de Melody y Arthur, haciendo que ambos se quedaran inmóviles y compartieran miradas alarmadas.

Heterosexuality [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora