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El otro día me mire al espejo, y estaba sonriendo.

Después me pregunte con algo de enojo ¿Por qué estaba tan feliz? ¿Por qué sonreía sin motivo? Y deje de hacerlo porque me sentí mal conmigo misma. Como si ser feliz fuera un pecado.

Y mientras trataba de responder al motivo, pensé... ¿En que momento te hicieron creer que no merecías ser feliz? con o sin razón.

¿Quién te hizo creer que no merecías ser feliz?

¿Quién te privó de esa hermosa sensación que ahora se te hace raro sentir?

Cuéntame... ¿Eres feliz?

Si lo eres, te felicito. Y si no, no te preocupes, ya vendrá.

Sin importar qué, mereces ser feliz.

La luz de las estrellas en el cielo será la misma para ti también, las podrás ver cuando pase la niebla. La mirada en tus ojos, será la competencia de su brillo.

Las palabras que te has dicho mil veces son ecos de la esperanza de tu corazón para encontrar lo más hermoso de la vida.

No te rindas, no te desesperes que viniste a este mundo para ser feliz.

Recuerda que cuando las hojas se secan y caen es porque el otoño va a acabar y la primavera hará que todo renazca.

Quédate en tu otoño hasta que estés list@ para renacer.

- M. D. A.

Pensamientos a la 1:00 a.m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora