No puedo imaginar un mundo sin ti.
Cuando dos corazones acabados se juntan, logran sobrevivir complementándose hasta que sus fuerzas se agoten.
Los demonios que nos dominan por dentro nos están acabando de a poco, y no hay ángel que pueda rescatarnos de nuestro cruel destino.
Y en las noches de mares de lágrimas prometimos no soltar la mano del otro.
Estabas mintiendo.
Jure amarte toda la vida para no acabar con ella.
Me fallaste.
Estabas riendo a mi lado, pero el silencio de tu corazón te estaba matando.
Cuando no respondiste, me esperé lo peor. Corrí en contra del viento intentando llegar a tiempo.
Salte sobre abismos y corte telarañas de dolor para llegar a ti. Le rece a la luz cegadora que no te llevara.
Cuando mis ojos te vieron en el suelo, un pico de hielo atravesó mi corazón.
El grito que salió de mi alma desgarro la fina tela que me mantenía en la realidad. Me recosté a tu lado resignada a mi nuevo destino. Todavía sonreías.
Tome tu mano que seguía tibia. Quite una lágrima que quedo atrapada entre tus mejillas.
¿Así de hermoso es el final?
No quiero vivir una vida sin ti. El caos que me cubre y la alegría que se aleja transformarán mi corazón que murió contigo.
No fui lo suficiente, te falto más para sentirte vivo.
No pude mantenerte en casa.
- H. S. K.
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Pensamientos a la 1:00 a.m.
Proză scurtăA veces... Las verdades de la madrugada son las más fuertes... Pero quien dice que no son las que más alivian.
