Los ecos del pasado hicieron ruinas el espejo de mi realidad.
Esa melodía aguda que perforaba mi alma y mi corazón se perdió entre el tono de un mar de agonía alborotado. El autocontrol que me diste se ha hecho pedazos en el oscuro agujero de la fidelidad que te tengo.
El agua fría que tocaba mi espalda y cortaba mi respiración a su antojo me recordó el momento de tu partida. Me ahogaba entre el vaivén de las olas y los gritos sofocaron mi alma al punto de dejar de respirar.
Sabía nadar pero me sentía inútil tratando de escapar de ese pozo infinito de dolor.
Por un momento pensé en luchar contra la marea, pero mis motivaciones se hundieron hasta lo más hondo de tu océano.
Mis recuerdos se convirtieron en cadenas que me arrastraban hasta el fondo para tocar una arena dura e hiriente como mis memorias sobre ti.
Te convertiste en mi Atlantis y desapareciste entre el mar de avaricia. Sorprendentemente hermoso al principio, un abismo después. Tu propio pecado fue tu perdición pero no quería que te hundieras solo, así fuera mi fin, quería que fuera contigo y por ti.
Fue el último acto de tu corazón el dejarme sola en medio de toda esa agonía y tal vez me lo merecía, pero no quería que ese fuera mi castigo por amarte.
Hipnotizada y cautivada me llevo desde las profundidades hasta la tranquilidad del cielo, fue un final tortuoso pero una muerte liberadora.
Lo mejor de todo... No te encontré en mi paraíso.
- M. D. A.
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Pensamientos a la 1:00 a.m.
Cerita PendekA veces... Las verdades de la madrugada son las más fuertes... Pero quien dice que no son las que más alivian.
