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Si los ojos fueran cámaras y pudieran captar la belleza de los paisajes que observamos, dedicaríamos imágenes en lugar de canciones.

Una noche estrellada que me recuerda al brillo de tus ojos.
Un cielo despejado que refleja la paz que siento con tu compañía.
La luz de un rayo que representa las tormentas que hemos superado juntos.

Si los ojos fueran cámaras, entenderías el por qué al ver al cielo, en realidad te veo a ti.

Algunos no lograrían entender lo majestuoso de los cielos y los valles, pero tú sentirías lo mismo que yo.

¿Qué hay de especial en esa foto?

Tú, que aunque no estas en ella, en realidad te veo a ti.

Que en ese montón de pixeles quedo inmortalizado el recuerdo de mi amor por ti donde toda la felicidad se refleja en el atardecer oculto detrás de las montañas y la soledad que estaba por venir se asomaba con tonos azules negrosos.

Los mismos paisajes que tanto me recordaban a ti me daban pistas del final que nos esperaba. Sin embargo los seguí mirando con la misma belleza y felicidad del inicio porque valía la pena conservar esa foto.

- C. G. M.

Pensamientos a la 1:00 a.m.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora