[20] PUEDE QUE SEA AMOR

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Una cita

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Una cita.

Creí que al final Jackson cancelaría, se escuchaba cansado cuando me llamó anoche para avisarme que estaba de vuelta. Entiendo la presión que llegan a tener los atletas, más si su futuro depende de un juego, sin embargo, él no pareció sumarle importancia en nuestra corta conversación.

«Ganamos, es todo» Fue lo que dijo antes de hablar sobre la cita de hoy.

Jackson y yo hemos tenido altos y bajos desde que nos conocimos, pero nunca tuvimos la oportunidad de salir solo nosotros dos en un ambiente distinto a sus fiestas de fraternidad o los pasillos de la universidad.

Después de la fiesta de anoche en el piso de Nick, me había levantado con muy buen humor. La pasé tan bien que hasta olvidé el odio que sentía por Ian en aquel momento. Compartí la pista con los amigos de Ottis, con Nick y hasta Olivia, Ruby y yo hicimos una pequeña competencia de saltos, por alguna razón quisimos ver quién era capaz de tocar el techo con las yemas de sus dedos, obviamente ganó Olivia que se invitó al final.

Estaba tan de buen humor que nada podría hacerme sentir lo contrario.

Hoy sería un buen día, tendría a Jackson para mi sola.

Al desbloquear mi celular, vi el mensaje de Jackson en la bandeja. Me distraje al prestarle atención al remitente debajo de este, era un mensaje de Thomas, creo que ya debería ponerle un alto, no sirve de nada bloquearle si encuentra la manera de seguir molestando. Hoy no iba a preocuparme por eso.

Bajé de inmediato, en mi pecho pude sentir una presión agradable al ver a Jackson fuera de mi edificio. Se encontraba recargado en un auto color azul eléctrico —había dicho que le pediría prestado el auto a su amigo Daren—; vestía una camiseta blanca con el estampado de una motocicleta en llamas, una chaqueta de mezclilla con borrego por el frío, unos jeans deslavados y sus Jordan a blanco y rojo.

Pero lo que vestía era lo de menos, su rostro es lo que quería ver desde que se subió a ese autobús rumbo a Vernon. Esos ojos oscuros que me miran con deseo, su cabello negro peinado hacia atrás dejando solo su mechón travieso sobre su frente; esos bonitos lunares sobre sus mejillas y su maldita sonrisa de chico rudo.

Me lo quería comer ahí mismo.

Di un salto y rodeé su cuello con mis brazos, no iba a soltarle.

—Hola, nena —el sonido de su voz recorrió mi columna e hizo cosquillear mi entrepierna.

No podía más.

Mi mano actuó por sí sola. Tome mechones de su cabello y tire hacia atrás, entonces lo bese. Las ganas que tenía de besarle hasta quedar sin aliento pudieron conmigo, mis labios querían hacerle saber lo mucho que lo extrañe, lo tanto que lo quería desnudo sobre mi cuerpo y lo desesperada que estaba por ello.

Su boca no se quedó atrás, mientras sus brazos me rodeaban con fuerza y apretaban mi cadera contra su cuerpo, su lengua sometía a la mía a su voluntad. Tuve que separarme para poder respirar, él me mordió antes de permitirlo.

MI VIDA AL REVÉS ✔ [Spin-off de ¿EEAR?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora