MI VIDA AL REVÉS ✔ [Spin-off de ¿EEAR?]

[37] MORIR

¿Qué significa la muerte?

Fue una pregunta que hice por primera vez después del funeral del abuelo Clark.

—Depende de cómo quieras verlo —contestó mi madre.

Ella me dio una mirada cálida, con aquellos ojos azul marino; me cobijo con el calor de sus brazos. Recuerdo que nos encontrábamos en la sala de nuestra casa, la chimenea estaba encendida y afuera el cielo estaba oscuro.

—Para muchos —continuó—, significa la partida a un lugar mejor. Sin enfermedades, ni sufrimiento, solo felicidad.

—¿El abuelo se encuentra en ese lugar ahora? —quise saber.

—Quizá —respondió dejando un beso sobre mi cabeza mientras seguía acariciando mi cabello—. Aunque él no creía mucho en eso.

—¿Él no quiere estar ahí?

Ella sonrió con dulzura.

—No es que no quiera, es que la vida es tan hermosa que a veces duele dejarla. Tu abuelo estaba enfermo, sabía que pronto partiría, tenía miedo.

—¿Miedo? Entonces, ¿es un lugar feo?

—No —me tranquilizó—. Es solo que, da miedo pensar que algún día ya no vas a estar, que te iras a ese grandioso lugar y no podrás volver —ella pellizcó mi nariz. Seguro noto que estaba muy pensativa—. Pero, seguramente el abuelo ahora mismo debe estar gozando de alegría, porque al fin se encontró con tu abuela.

—Mami.

—¿Sí?

—¿Yo voy a morir?

Me abrazo con ternura antes de mirarme a los ojos.

—Mi dulce pastelito —dijo tocando la punta de mi nariz—, no tienes que preocuparte por eso ahora, vas a vivir muchos años —peino mi cabello con sus delicados dedos—. Voy a verte crecer y convertirte en una hermosa y fuerte mujer.

—¿Cómo tú?

Ella se rió discretamente.

—Mucho mejor que yo.

—Mami —me miro con atención—, ¿tú y papá van a morir?

—Cariño, tanto las cosas como las personas no son eternas. Papá y yo estaremos contigo, aunque ya no puedas vernos, tú y tu hermano, son una parte de nosotros que se quedará aquí cuando nosotros partamos a ese maravilloso lugar.

—¿Y si Jasper se va?

Ella desvió la mirada hacia el sofá de al lado. Mi hermano estaba arropado, se había quedado dormido.

—Él jamás te dejará, ambos son dos mitades que conforman mi corazón,

—¿Si yo muero, él muere?