[12] PRIMERA IMPRESIÓN

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Era él

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Era él.

Ese Ottis por el cual no asistí a clase de dirección de arte esta semana.

No podía ser peor, lucía como la mierda y el chico que me salvó esta noche es el mismo con quien debo realizar el maldito proyecto para Halloween. Un proyecto que casualmente consiste en analizar una escena icónica del cine de terror, por lo cual había evitado este encuentro.

Un encuentro desafortunado.

Entro a la casa con un conflicto interno evidente: por un lado, creo que debería inventar cualquier cosa para irme; por otro, estando fuera del campus evitaría mi regreso a la cama de Jackson.

Alzó la mirada al escuchar como cierra la puerta a mi espalda.

Al contrario de lo que pensé, es cálido aquí dentro. De inmediato me encuentro con una pequeña sala color marrón de solo dos sofás para dos personas cada uno, tiene una fea manta de leñador cubriendo el respaldo del que está frente al televisor. Odio el patrón de cuadros rojos y negros, es muy feo.

Parece que las casas aquí son al estilo inglés: estrechas y alargadas. Pequeñas, pero acogedoras.

—¿Quieres sentarte? —pregunta adelantándose para quitar lo que parecen ser bolas de estambre sobre el sofá—. ¿Puedo ofrecerte algo de beber? ¿Un té? ¿Café? ¿Chocolate?

Me adentro un poco más, notando las escaleras de madera al lado derecho, pegadas a la pared donde cuelgan varias fotografías enmarcadas. A la par, me voy dando cuenta que alarga un poco las palabras al hablar, como si existiera un acento oculto en su voz.

—No. Gracias, estoy bien. —Me siento en la orilla del sofá mirando la pared de piedras alrededor de la chimenea.

—¿Segura?

Le veo recargado en el brazo de la otra esquina del cómodo sofá, mirándome con esos ojos tan azules con mucho cuidado. No lo culpo, si fuera él me encontraría igual. Una completa desconocida entro a su casa sin dar explicaciones.

—Un poco de agua está bien.

—Agua, seguro – asiente. Sonríe de una forma amable y da media vuelta hacia lo que creo es la cocina.

Al momento que pronunció esa palabra, existe una gran probabilidad que ese acento pertenezca a Reino Unido.

También, puede darme cuenta del pequeño comedor que existe pegado hacia la pared que separa a la cocina del otro lado. En medio se encuentra un florero vacío y algunos papeles amontonados en la esquina derecha. Hay un librero al lado de este y un perchero con una chaqueta gruesa color rojo tinto que cuelga solitaria.

Ahogó un grito de sorpresa al sentir algo rozando mi pierna, veo hacia abajo y de la nada salta una bola de pelos a mi regazo.

—¡Ah!

MI VIDA AL REVÉS ✔ [Spin-off de ¿EEAR?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora