La nieve estaba por todos lados. Noviembre se pasó volando, fue muy estresante para muchos, incluyéndome, pero valió la pena ya que conseguí obtener buenas notas. Mis padres seguían molestos por el asunto de mis terapias, todavía piensan que necesito acudir donde la doctora Gladwell, no confían en mí.
Ellos no saben que ya no me medico, la verdad temo que no lo tomen de la mejor manera. Aunque, me he sentido mucho mejor, de alguna forma es como estar en tranquilidad, sin esa voz que me dice cosas horribles o me hace creerme loca.
Extraño a Jackson, él me apoya cuando siento que no podré con nada, cuando me siento sola o agobiada. Estar de vuelta en casa no me ayuda.
Creí que ver a mi madre me pondría feliz, pero no es que solo fuéramos ella y yo. Ya no somos la familia de antes, mientras mi padre y yo volvíamos del campus, ella estaba cómodamente compartiendo recetas con Greta... con la novia de mi hermano, ¡la novia!
Hace mucho, cuando era más joven; Greta me agradaba, demasiado. Ella y yo incluso pasamos tardes de juegos muy divertidos y odiaba que llegase la hora en que su madre viniera por ella.
Sin embargo, ahora que es la chica que vive en un lindo departamento con mi hermano mayor, se ha convertido en la hija que mis padres siempre quisieron. Una chica inteligente, independiente, con metas altas y oportunidades grandiosas.
«Serás una excelente doctora algún día» —le dijo mi madre.
«Te apoyamos en todo, estamos orgullosos de ti, Greta» —mencionó mi padre durante una de nuestras cenas familiares.
A Greta la vitoreaban y a mí solo me decían «¡Qué linda foto, Maya!» con un tono más falso que el pasto sintético.
Y no digo que odie a mi cuñada, solo que no entiendo cómo una desconocida se volvió tan importante para ellos.
No deseaba estar en esta casa, no podía ni ver a mi hermano. Todos estaban disfrutando, hasta el tonto perro de Greta se divertía de lo lindo con un hueso que le obsequió papá.
Este no era mi lugar.
Ni siquiera encajaba en mi propia familia.
Cerré la ventana de mi habitación, ya no era capaz de sentir mis mejillas. Me recosté en mi cama y mis párpados cayeron rendidos. Estaba agotada por la semana de exámenes y evaluaciones, también por el viaje de vuelta y contener todos los comentarios que se acumularon en mi garganta al ver a mi supuesta familia feliz sin mí.
Porque no me necesitan.
Y me preguntaba si yo los necesitaba a ellos.
Dos golpes sobre mi puerta me sacaron de mis pensamientos.
—Maya —la voz suave de mi madre acompañó su presencia en la habitación.
Abrió la puerta solo un poco para dejarme ver su rostro. Ya tenía algunas arrugas al costado de sus ojos y debajo de los mismos. Siempre había envidiado la belleza de mi madre, su hermoso cabello rubio ondulado naturalmente y esos ojos azul marino que le heredó a Jasper. Era una mujer alta y esbelta, como una modelo de aquella marca de Victoria Beckham.
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MI VIDA AL REVÉS ✔ [Spin-off de ¿EEAR?]
Roman pour AdolescentsPensé que era indestructible. Quería sentirme independiente, por primera vez, quería mi propia historia. Pero no así... Él llegó para poner... mi vida al revés. La Maya que salió de casa de sus padres, aquella que quería "vivir la experiencia unive...