[26] CAOS

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—¿Qué es lo que más te gusta de mí?

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—¿Qué es lo que más te gusta de mí?

Siempre me pareció estúpida esa pregunta, pero aquí estaba, haciendo la misma tonta interrogante.

Jackson sonrió. Me encantaba su sonrisa, sus labios delgados se convertían en una línea delgada, curva y seductora.

—Tus tetas —declaró.

Hundió su rostro en medio de mi pecho desnudo. Su barba recién recortada me hizo cosquillas al grado de hacerme reír.

—Eres un idiota —dije entre risas. Intentaba escabullirme entre las sábanas, pero me tenía bien sujeta de la cintura—. ¡Basta!

Su voz grave salió de su garganta a modo de risa, sentí escalofríos y se me erizo la piel al contacto de su lengua con mis pezones.

—Jackson... no podemos...

Estaba claro que no quería parar, ninguno quería.

—Me ponen las locas —dijo mirándome a los ojos. Se relamió los labios y después soltó una risa seca—. Es broma, no te pongas tan seria.

Antes solía fingir bastante bien ante los demás y lo que pensasen de mí, sin embargo, Jackson podía leerme mejor que nadie, con él no era capaz de fingir. Me congelé en cuanto dijo aquello.

—¿Es broma? ¿En serio?

—Claro —dejo un beso sobre mis labios. Suspiró y rodó los ojos al ver mi rostro—. Ya te lo había dicho, ¿no? Me gustas porque eres diferente, tu mente es la que me intriga —susurro más cerca—, me encantaría saber todo lo que esa cabecita está pensando...

—Es mejor que no lo sepas —dije con más seguridad.

—¿A sí? —sonrió de oreja a oreja—. ¿Por qué?

Me encogí de hombros apoyando los brazos sobre la cama, pasé un mechón de mi cabello hacia atrás mientras estaba admirando su habitación en la hermandad.

—Bueno, tal vez sí estoy loca.

Volvió a reír.

No podía evitar apreciar lo guapo que se veía al reír de esa manera.

—Eso ya lo sé, bonita —me tomo de la cintura en un movimiento rápido y preciso. Me colocó sobre su regazo envuelto en la fina sabana—. ¿Te digo un secreto? —susurro sobre mis labios. Su lengua dibujó el contorno de mi boca y yo asentí lentamente—. Soy un maldito maníaco, tu locura, es lo que menos debería preocuparte...

Continuó bajando, lamiendo; chupando y mordiendo mi cuello hasta llegar a mis tetas. Cuando atrapo mi pezón entre sus dientes gimoteé, cada vez aplicaba más fuerza en ciertas acciones, a él le gustaba provocar placer por medio del dolor, eso me desquiciaba...

—Jackson —lo tome del rostro a pesar de ir contra mis deseos—, de verdad, debemos parar. Ya perdimos toda la mañana y me comprometí a ser más responsable este semestre.

MI VIDA AL REVÉS ✔ [Spin-off de ¿EEAR?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora