[9] RED ROOM

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Jackson mantiene su agarre firme

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Jackson mantiene su agarre firme. Varios chicos ya se notan intoxicados sobre la pista de baile, algunos otros no se apartan de la barra. No veo por ningún lado a los particulares amigos con los que jugamos hace un rato.

Me guía hasta la pequeña pasarela donde una chica de cabello naranja baila y un par de idiotas la admiran. Se nota que la pobre está borracha, lo único que la sostiene es el tubo a su lado.

Atravesamos una cortina negra que no vi antes, es como el tras bambalinas o eso pensé. En realidad, salimos a un pasillo algo estrecho, apenas y cabemos los dos, luces neón de color rojo rodean el techo y lo único que hay al final de este es una puerta de metal.

—¿Vas a asesinarme? —pregunto mirando a todas partes, sin mirar nada realmente.

Escucho que resopla. La música va desapareciendo conforme avanzamos. Él no dice nada, solo camina conmigo siguiéndolo de cerca. Es como un enorme semental, de espalda ancha y fornida, ideando su maquiavélico plan.

Y esa idea me excita muchísimo.

Llegamos a la puerta, me sorprende que este tan solo este lugar, teniendo en cuenta que existen monigotes que cuidan las puertas de la hermandad. Es sospechoso, claro, pero igualmente excitante.

Jackson busca en el bolsillo de sus jeans hasta sacar un conjunto de llaves, no tiene que buscar, sabe cual usar. Inserta la llave en la cerradura y el click suena informando que la puerta finalmente ha sido abierta.

Él toma la manija y empuja la puerta hacia dentro, me hace una seña para que entre primero. Esto fácilmente se convertiría en una película de terror, digo, estoy en un sótano, un chico guapo me trajo hasta una habitación alejada de todos y nadie escucharía mis gritos desde aquí ¿No es así como son la mitad de las películas? En serio, me gustaría saber, por obvias razones no veo esa mierda.

Entro lentamente analizando mis opciones de escape, siempre puedo golpearlo en los huevos y salir corriendo.

Me detengo con la boca abierta. Es un pequeño cuarto con paredes de cemento, lo primero que salta a la vista es rojo, por todos lados. Luces, lámparas, alfombra, cuadros en la pared, dos pequeños sillones y... una cama...

—¿Qué es este lugar? —lo observo, él me devuelve la mirada. Esta vez puedo notar que me analiza, como un tigre a su presa.

—Es mi lugar privado —agrega con voz profunda.

Cierra la puerta y todo rastro de música se extingue en el aire.

—¿Para qué me trajiste aquí?

Ríe por lo bajo negando con la cabeza. Rasca su barbilla y me mira con esa sonrisa engreída.

—No creo que seas tan ingenua ¿Recuerdas que ayer dejamos algo pendiente? ¿O es que Vodka no tiene memoria?

Da un paso hacia mí...

—Claro que no —respondo firme—. Pero estas loco si piensas que me acostaré contigo en esa cama, sabe dios que fluidos desagradables se encuentran ahí.

MI VIDA AL REVÉS ✔ [Spin-off de ¿EEAR?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora