MI VIDA AL REVÉS ✔ [Spin-off de ¿EEAR?]

[1] NUEVO COMIENZO

¿Huelen eso?

Es el dulce aroma de la universidad. Universidad que está a tres horas y media lejos de casa, lejos de la perfección.

Lástima que no pude deshacerme de él este día.

—¿Qué piso es? —pregunta el tarado de mi hermano mayor.

—Dos —digo intentando retener mi mal humor.

Eso nunca funciona.

Jasper carga la caja más pesada hasta el ascensor. Y por si no fuera poco, su novia, Greta, también nos acompaña. Estos dos van a hacer que mi cabeza explote en un millón de corazones de confeti. Quiero vomitar arcoíris solo de pasar tiempo con ellos.

Antes, Greta era una chica genial, ahora, es tan patética como Jasper. Demostrando afecto por todos lados ¿Qué le pasa al mundo? Me perdí la repartición de estúpilina el 14 de febrero.

Pero pronto no tendré que compartir la mesa los fines de semana con este par. Dejaré de escuchar esas aburridas conversaciones sobre lo estupendos que ambos son en la universidad y lo orgullosos que están mis padres de mi perfecto hermano.

A veces, me quedo observando a Jasper e imagino como "accidentalmente" un tenedor se clava en su entrecejo ¡Pero vamos! Yo amo a mi hermano, no imagino la vida sin él...

En realidad, si lo hago.

Y es perfecta.

Tan perfecta como ahora. El ascensor se abre de par en par, al salir de este puedo oler la desesperación de los otros estudiantes por el pasillo ¡Es fantástico!

—Es el 14 —les informo.

Greta cuenta en voz alta cada puerta —lo cual me hace volcar los ojos—, como si los números no estuviesen ahí. Al llegar, la puerta está entreabierta, Jasper entra de primero, le sigue su novia, y claro, a mí me dejan de último.

«¿Por qué querría ver mi dormitorio antes que ustedes? De todas formas, viviré aquí los próximos tres años, ¿qué más da?»

—Wow, no imaginé que los dormitorios fuesen tan grandes —soltó Greta al entrar.

Quería empujarla para que me dejara ver... ¡Cielos! ¿Qué me pasa hoy?

Los empujo "accidentalmente" con mi maleta para abrirme paso, odio que se olviden de lo pequeña que soy y asuman que puedo ver sobre sus cabezas (desearía aplastarlas).

—Si me permiten, es mi dormitorio —les doy mi sonrisa falsa.

Jasper esboza esa sonrisa de tonto hermano mayor y se hace a un lado dejando la caja sobre la barra del comedor.

Le voy a dar puntos a mi cuñada esta vez, el dormitorio es perfecto. No es tan colorido como me gustaría, todo es muy gris con algunos toques de azul y verde opaco. Observo la pequeña cocina y lo primero que pienso es que yo no pisaré nunca esa parte del lugar. La cocina y yo somos grandes enemigas desde que tuve un accidente con cierto pastel de chocolate.