MI VIDA AL REVÉS ✔ [Spin-off de ¿EEAR?]

[6] TOCANDO A LA PUERTA

Mi cabeza se sentía pesada, tomé aire y abrí los ojos. No había luz, mi lógica me dijo que no deberían pasar de las 6 a.m. Me moví sobre el colchón y fue entonces cuando lo noté... Un brazo alrededor de mi cintura.

En shock lo único que pude hacer fue girar lentamente mi rostro para ver al ser con quien había despertado aquella mañana. Quería gritar cuando reconocí esos rizos revoltosos. Nick estaba felizmente reposando su barbilla sobre mi hombro desnudo... Si, desnudo como todo mi cuerpo, lo podía sentir bajo las sábanas.

Me sentí la chica más estúpida del país ¿Cómo era posible que me acostara con Nick? ¡No recordaba nada! ¿Cuánto bebí en ese estúpido juego? ¿Qué me metí? ¡Cielos! ¿Por qué tenía la imagen de una jirafa en mi cabeza?

Tomé con mucho cuidado su brazo y lo dejé a un lado sin moverme. Nick ni siquiera respiro, solté un suspiro de alivio, me impulse hacia arriba y salte de la cama, tropecé con uno de sus zapatos, pero logré salvarme.

Nunca me había dado tanta vergüenza como en ese momento, desnuda y confundida en la habitación del chico que acababa de conocer.

Busqué mi ropa interior por todo el dormitorio, encontré mi sujetador sobre una lámpara de lava y mis bragas estaban en un cofre de pirata, algo en él me hizo recordar flashazos sobre una peluca. El resto de mi ropa estaba esparcida por la pequeña habitación, cuando levanté la vista vi a una chica frente a frente, estuve a punto de gritar, hasta que me di cuenta que era yo.

Me acerqué al espejo con cuidado y tiré de la peluca negra que estaba sobre mi cabeza, mi cabello cayó sobre mis hombros y recordé cuando Nick me beso justo en ese punto. Vi la peluca verde en la otra esquina de la habitación. Mi estómago se revolvió al ver un condón usado al borde del cesto de basura.

¿Qué locura pasó esa noche?

Pensé que me iría fácilmente, solo tenía que acabar de vestirme, pero mi plan se arruinó cuando una chica comenzó a tocar la puerta mientras llamaba a Nick insistentemente.

—Sé que estás ahí —parecía que tocaba con los puños—. ¡Nick!

Nick gruñó y se levantó haciendo una abdominal sobre su cama mientras tallaba sus ojos.

—¡¿Qué pasa?! —habló con la voz ronca.

Retrocedí hasta arrinconarme con la intención de desaparecer, pero era imposible, la habitación era demasiado pequeña para ocultarme de su dueño.

—¡Vamos, Nick! ¿Qué estás haciendo?

Él abrió de más los ojos al verme, carraspeo la garganta y se puso de pie. Solté un grito al verlo desnudo.

—¿Qué fue eso? —preguntó la chica al otro lado.

—¡Ah, nada! —dijo él cubriéndose con la sábana—. Estoy un poco ocupado ¿Qué haces aquí?