Mukuro no había perdido el tiempo, de hecho sabiendo que los segundos que Shou le habían comprado eran en extremo valiosos, había emprendido carrera para llegar a la enfermería lo más rápido posible.
Salió de la antesala del gimnasio y navego entre los pasillos hasta que la enfermería estuvo presente ante ella, no pensó dos veces en entrar, recibida por el clásico aroma a fármacos mientras que con suma velocidad, pero a la vez con cuidado acostó a Naegi en una de las camillas.
"Piensa, Mukuro, piensa." Se dijo ella misma cuando se dio cuenta de que al soltar a Naegi y mirarlo en un estado tan deplorable el pánico empezaba a tomar sus sentidos a gran rapidez.
Trago saliva mientras intentaba controlar sus nervios, corrió hacia la estantería del lugar, en la cual el equipo médico se guardaba y la abrió sin pizca alguna de delicadeza.
Sus ojos viajaron entre todas las medicinas e insumos médicos disponibles hasta detenerse en uno particular; La cinta médica o más conocida como vendas.
Era cuestión de tiempo para que el se desangrara, asi que debía ser rápida y vendarlo para salvarle la vida...
La tomo con prisas y camino hacia él, levantando tanto la chaqueta como la camisa del afortunado lo más posible, todo para no desperdiciar segundos en remover su ropa y ahorrar tiempo valioso.
Sin más, empezó a vendarlo con esfuerzo, a medida que sus manos se manchaban más y más de sangre, usaba más vendas para presionar su herida abierta, creando un tapón artificial para que el sangrado se detuviera.
Hubiera sido mucho más fácil si tuviera algún otro material especializado, pero esto era lo que había logrado conseguir con el poco tiempo y la poca estabilidad que tenía.
Sin tener herramientas para saber cómo estaba exactamente Makoto, Mukuro solo podía teorizar que la lanza que lo atravesó no había dañado sus órganos vitales tomando el hecho de que aún seguía con vida, y eso era un gran alivio para ella.
Mukuro no era Mikan Tsumiki, ni mucho menos una médica calificada, mas sin embargo haría todo lo que estuviera a su alcance para salvar su vida... Aunque, no por nada era el estudiante afortunado definitivo, su suerte le había salvado la vida, o al menos, había evitado que la perdiera inmediatamente.
La Mercenaria solo conocía a una persona con una suerte similar e incluso superior; Nagito Komaeda, aquel que con su suerte desafía a una enfermedad terminal diariamente desde hace años.
Pero todo tenía un lado malo, Makoto si bien estaba vivo, su respiración era muy débil y se encontraba pálido, señal de que había perdido demasiada sangre...
Mukuro se llevó las manos a la cabeza mientras los nervios empezaban a introducirse en ella de nuevo, pero se forzó a usar la lógica para no dejarse superar por la sombría situación.
Y solo unos segundos después una idea llego a su mente. "... Debo hacer una transfusión de sangre..." Comento ella con lentitud, mientras miraba a los bancos de sangre que yacían en una esquina de la habitación, guardados en una nevera.
Hacer una transfusión era sin duda, lo más lógico, pero ahora la Mercenaria se encontraba ante un dilema nacido del desconocimiento de un factor importante y crucial...
No sabía el tipo de sangre de Naegi.
Podría arriesgarse y confiar en que la suerte de Makoto la guiaría hacia el resultado correcto, pero no podía simplemente tomar una decisión de esa envergadura tan a la ligera.
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Los ojos de Mukuro se iluminaron. "Su ElectroID..." Musito ella.
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Danganronpa Re: IF
Fiksi PenggemarUna clase de estudiantes es encerrada en el Instituto Kibougamine, sin recuerdos e instigados a matarse entre sí para poder salir, si uno de estos estudiantes recuperara la memoria por cuestiones del destino, ¿Podría detener el calvario que ocurrirí...