Teatro Monokuma IV

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Como ya era habitual, la multitud de osos se encontraba sentada en pleno silencio a la espera de que su presentador apareciera para dar su conocida y apreciada charla.

A diferencia de otras ocasiones, esta vez el telón estaba abierto y las luces estaban encendidas, solo que la tarima estaba desierta, no había rastro alguno de Monokuma.

Todos los Osos se encontraban en extrema confusión, ya que su habitual comentarista sobre temas varios no estaba en ningún lado a la vista, muchos empezaron a murmurar ante esto con impaciencia.

"¡No nos hagan perder el tiempo, hay que empezar ya!" Grito Monokuma levantando las garras.

Cientos de mirada se volvieron hacia él, quien se encontraba entre el público casualmente sentado en un sillón como cualquier otro de la multitud, solo que a diferencia del resto, se encontraba con un vaso extra grande de refresco además de palomitas.

Después de mordisquear un poco su comida, se percató de todas las miradas extrañadas que se dirigían hacia él, devolviéndolas con sorpresa antes de rascarse torpemente con sus cortas patas la parte trasera de su cabeza.

"¡Upupupu! ¡Hoy es día de teatro, veremos la excelente historia de dos mujeres que emergieron de lo más profundo del mundo hasta la cima!" Anuncio el con ánimo poco inusual antes de volver su mirada a la tarima. "Upupupu... Es raro que no haya empezado ya..."

Y como si esas palabras activaran algún mecanismo escondido, mas luces se encendieron, mostrando unas figuras de lo que parecía ser cartón o similares que imitaban en un estilo caricaturesco a dos chicas, una era rubia y la otra pelinegra.

Silencio.

"Esta es la historia de un par de hermanas... La menor era rubia, hermosa, codiciada por todos y coloquialmente se le referiría como la mujer que cualesquiera querrían como novia." Hablo suavemente una voz femenina, quien era la narradora del teatro.

"¡Oh!" Grito la multitud con asombro ante la armoniosa voz, incluyendo a Monokuma.

La narradora hizo una pausa. "La otra hermana, la cual era la mayor tenía el cabello negro, era agradable a la vista pero no tenía comparación alguna con la menor, además por su personalidad era la chica que no querrías presentar a tu madre."

La escena cambio con dinamismo, mientras aparecían figuras de varios hombres con expresión malvada y las manos extendidas acercándose lentamente a las gemelas.

"Las dos hermanas crecieron un ambiente muy hostil, mientras la rubia se hizo abierta y espontánea, la pelinegra se hizo callada y distante, pero a pesar de ser opuestas, ellas siempre se protegían entre sí."

Y con otro cambio repentino, la figura de la hermana mayor cambio a una donde extendía una de sus piernas para propinarles una patada a los hombres, mientras que la expresión de la hermana menor cambio a una de miedo mirando a la otra con preocupación.

"Personas iban y venían, algunas con la falsa intención de ayudar a las hermanas solo para al final intentar aprovecharse del par, de ellos solo quedaron sus huesos..." Explico la narradora haciendo una pausa.

"Pero todo cambio cuando la nación del fuego ataco..." Monokuma pronuncio con una risa.

"Ambas crecieron, la pelinegra se había vuelto protectora mientras la rubia había empezado una prominente carrera de modelaje la cual iba en ascenso." Otra pausa fue acompañada a sus palabras. "La vida mejoro para ellas, sin embargo... La hermana mayor un día simplemente desapareció, dejando a la menor sola sin motivo aparente."

Las luces se apagaron por unos segundos, antes de volver a encenderse revelando ahora la figura de la hermana menor, sola y con una expresión muy triste.

Danganronpa Re: IFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora