Mondo Owada caminaba por los pasillos de la academia Kibougamine sin rumbo fijo, de hecho, su objetivo era encontrar a sus enemigos aparentes; Makoto Naegi y Mukuro Ikusaba.
Buscando en la mayor parte del primer piso, sin éxito, no se detuvo en su búsqueda, aunque varias cosas le llegaron a la mente.
El sin duda no era la persona más inteligente de todas, así que lo primero que pensó es... ¿Qué haría? Es decir, Makoto Naegi estaba medio muerto, si lo conseguía estaba seguro de que podría dominarlo...
Pero...
Mukuro Ikusaba estaba con él.
Mondo era muy arcaico en su punto de vista y su filosofía de vida, su hermano le había inculcado el clásico credo de que "A una mujer no se le pega ni con el pétalo de una rosa" y desde entonces él lo había seguido al pie de la letra.
El vivió su niñez y adolescencia creyendo eso, por lo que no importa el caso, golpear a Mukuro estaba fuera de discusión.
Entonces, el problema real yacía ante el...
En el caso de que hipotéticamente luchara con Mukuro, ¿Podría vencerla de todas formas incluso si el decidiera pelear?
Ella había demostrado sus habilidades en el gimnasio, y Mondo podía afirmar que si bien obviamente Mukuro no estuvo a la altura de Sakura, sí que podría darle una paliza a él mismo sin esfuerzo si se lo propusiera.
"Mierda." Masculló el con enojo al darse cuenta de su situación, lo más prudente para el sería volver con los demás en los dormitorios.
Pero Mondo Owada no era prudente en lo absoluto.
Demonios, era el estudiante motero definitivo, la irreverencia estaba escrita en su frente, nada lo detendría de su objetivo, sin importar si recibía una paliza por ello, era egoísta, pero así era su forma de actuar.
Navegaba a través de los pasillos del primer piso sin encontrar ningún tipo de rastro sobre sus objetivos, y abrió la puerta del gimnasio con la esperanza de encontrarlos allí.
Ya que, si todo había empezado en el gimnasio era lógico pensar que Mukuro y Naegi podrían esconderse allí pensando que nadie los buscaría al ser un lugar precisamente obvio.
Paso por la antesala y de una patada abrió la puerta del verdadero gimnasio, cuando entro...
La confusión estaba escrita en todo su rostro... Allí dentro no estaban ni Mukuro ni Naegi, no...
El que estaba allí era Monokuma.
Pero más importante;
Monokuma tenía su moto.
"¡Upupupu! Hola, nene." Saludó el Oso con diversión mientras intentaba en vano conducir la moto, todo gracias a que sus manos eran demasiado cortas para alcanzar el manubrio.
"¿Q-q-q-q-q-q-q-que?" Tartamudeaba Mondo al ver a su fiel compañera allí frente a él, y al igual que la conmoción inicial paso, la ira tomo su lugar. "¿¡Que haces con mi moto, hijo de puta!? ¡Devuélvemela!"
Mientras Mondo caminaba hacia Monokuma, este último se rio. "¡Si quieres esta motocicleta primero tendrás que pasar una prueba!"
Mondo le ignoro, siguiendo su camino hasta su vehículo robado, pero antes de poder acercarse a menos de un metro, detuvo en seco su andar cuando una lanza se clavó en el suelo justo frente a él.
"¿Qué demonios?" Preguntó el Motero mientras retrocedía, mirando a Monokuma con enojo, quien ahora solo tenía una expresión seria.
"¿Acaso no fui claro? Mi palabra es absoluta, ¡si quieres tu moto cumple las reglas, sino, regresa por donde viniste, fracasado!"
Las venas en la frente del chico eran visibles mientras apretaba sus dientes. "¿¡A quién demonios le dices fracasado, maldito peluche!?"
"¿Entonces, las haces o qué? No tengo todo el día, chico." Comentó Monokuma, ignorando los reclamos de Mondo por completo.
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El Motero chasqueo la lengua con frustración. "Acepto." Dijo el, cediendo ante el Oso. "¿Qué tengo que hacer exactamente?"
"¡Es muy fácil! Jugaremos 10 veces Piedra-Papel-Tijeras, si ganas 5 veces la moto es tuya, si pierdes 5 veces... Tendrás que... Um... ¿Qué podrías hacer? ¡Oh, ya se! Si pierdes 5 veces tendrás que besar a Sakura Ogami."
"¿¡Qué mierda de trato es ese!?" Preguntó Mondo con confusión e ira ante lo bizarro de la petición de Monokuma.
"¡Cállate! ¡Vamos a empezar con la fiesta!" Dijo Monokuma con un asentimiento. "¡Piedra-Papel-Tijeras!"
Mondo extendió su mano, completamente cerrada en un puño mientras que Monokuma saco su pata abierta, aunque era lo único que podía hacer ya que en sencillas cuentas él no podía cerrarlas.
Y Mondo se dio cuenta de eso.
"Maldición." Expresó el Motociclista frunciendo el ceño.
"Yo 1, Mondo 0." Se jactó el Oso con una burla. "¡Bien, vamos de nuevo!"
Esta vez había sido diferente, Mondo había sacado tijeras, mientras que Monokuma había sacado papel de nuevo.
"Je." Dijo el chico con una media sonrisa.
"No te confíes, 1 a 1." Comentó Monokuma con calma. "Vamos otra vez."
En la siguiente ronda, Mondo repitió el mismo patrón que la pasada vez, sacando tijeras, y Monokuma había hecho lo mismo, sacando papel de nuevo.
"¿¡Qué diablos!? ¡Estás haciendo trampa!" Se quejó el Oso apuntando al motero. "¡Trampa, trampa, trampa!"
Mondo se encogió de hombros. "No entiendo como haría trampa en un juego como este."
"¡Tienes el Sharingan, puedes predecir mis movimientos!" Exclamó Monokuma con enojo.
"Cállate, Oso. Terminemos esto." Dijo el Motero con enojo.
"¡Ya veras, te hare morder el polvo!"
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6 rondas después era seguro decir que Mondo había ganado, con Monokuma solo pudiendo sacar papel el duelo había sido demasiado unilateral como para que el Motociclista se sintiera orgulloso por su vacía victoria.
"Bueno..." Comenzó Mondo mirando a Monokuma en su motocicleta, el chico tenía una expresión seria que luego fue cambiada a una sonrisa victoriosa. "¡Gane, gane, maldito peluche! ¡Vete al caño, a la mierda y a la—!"
"¡Cállate, que si sigues diciendo malas palabras nos van a censurar!" Interrumpió Monokuma con un grito. "¡Pero toma, aquí tienes tu moto!"
El Oso se bajó de un salto, cayendo torpemente al suelo, Mondo no perdió ni un segundo antes de subirse a ella e intentar encenderla, solo para darse cuenta de que no tenía la llave.
"¿Eh? ¿Y la llave?" Preguntó Mondo con sorpresa.
Monokuma la poso frente a él. "¡Te dije que te daría la moto, pero no la llave! ¡Si la quieres, debes ganarme 30 veces en Piedra-Papel-Tijeras!" Dijo el Oso con una sonrisa.
Mondo apretó los dientes mientras se enfadaba demasiado por la jugarreta de Monokuma, mas sin embargo por su propia seguridad se tragó su enojo, preparándose mentalmente para luchar en otro duelo contra el Oso.
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Danganronpa Re: IF
FanficUna clase de estudiantes es encerrada en el Instituto Kibougamine, sin recuerdos e instigados a matarse entre sí para poder salir, si uno de estos estudiantes recuperara la memoria por cuestiones del destino, ¿Podría detener el calvario que ocurrirí...