𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖈𝖆𝖙𝖔𝖗𝖈𝖊

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Conforme iban avanzando a través de los caminos de nieve, sus pasos se iban haciendo cada vez más lentos.

El omega apretó fuerte sus parpados y empezó a quejarse con gemidos y unos cuantos lloriqueos sin lágrimas.

— ¿Qué pasa? — el alfa se volvió cuando sintió su brazo siendo tirado hacia atrás, porque el otro ya no se movía — ¿Taehyung?

Hizo su agarre más fuerte y se acercó a él. Lo miró moverse de un lado a otro como un perro nervioso, quejándose.
No dejó de moverse hasta que, Jungkook puso su mano en su mejilla y Taehyung se quedó quieto.

— ¿Todo bien? — habló el alfa muy bajito, ya que, por la corta distancia, se podía oír claramente su voz junto con el viento de la noche.

— S-si — respondió el omega.

— Bien. Debemos avanzar — alejó su mano y se volvió hacia adelante para poder seguir caminando, pero de nuevo, Taehyung lo detenía — ¿Ahora qué?

— Bueno... en realidad, mentí — empezó a tiritar de frío — El viento pega más fuerte estando en la intemperie y no con las casas bloqueándolo — estornudó — Estoy... algo helado, ¿Sabes?

Jungkook abrió de más los ojos.

Era cierto, los alfas podían mantener y controlar su calor corporal para no congelarse con las bajas temperaturas. Mientras que, omegas y betas no podían hacer lo mismo.

— Oh — sacudió su cabeza — Lo... lo siento, omega.

— Está bien. Mis pies se están congelando, eso es todo — dijo en un tono sarcástico.

Jungkook se acercó a él y lo tomó en brazos, alzándolo por el aire, alejándolo de la fría nieve.

— Te cargaré hasta allá.

— Más vale que, el viento... no pegue tan duro. O, me arrepentiré de dejar mi cómoda casa y cama calientita — se quejó como un niño pequeño.

Jungkook gruñó un poquito, pero, trató de avanzar lo más rápido a través de un camino imaginario por la nieve. Siguiendo su instinto que lo guiaba.



Al caminar lo que parecía unos cuantos minutos, llegó a su destino. Muy dentro de los frondosos árboles del bosque, más allá de ese arroyo que corría, alejándose del río principal, se encontraba su nido.

Cuando estuvo casi cerca, sus pasos fueron más lentos y sigilosos, mirando a todos lados, como si evitara que alguien los siguiera. Era tanto el silencio en medio de la noche, que podría escucharse solamente sus propias respiraciones, así como, si prestabas más atención, también sus corazones latir.

Taehyung se alegraba que él era el único que podía escuchar el corazón de Jungkook, latiendo tranquilamente; pues, si fuera al revés, el alfa probablemente escucharía su latir desbocado del suyo.

— Hemos llegado — dijo Jungkook poniendo a Taehyung sobre sus pies en la tierra.

El omega recuperó su postura y se quedó quieto.

— Necesitas agacharte para entrar.

— ¿Para entrar? — preguntó confundido.

— No hagas tantas preguntas, solo haz lo que digo — dijo Jungkook acomodándose detrás de él — No pasa nada.

Con cuidado, puso una de sus manos en la cintura, y otra detrás de su nuca para hacerlo agacharse y lo empujó para que caminara.
Taehyung dio un respingo, pero rápido empezó a hacer lo que el cuerpo de Jungkook le ordenaba.

𝐋𝐄𝐀𝐕𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐋𝐏𝐇𝐀 ᵏᵒᵒᵏᵛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora