𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖉𝖔𝖘

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» Te contaré una historia, una historia que te hará recordar...

Que los lobos no son uno, son una manada. Todos se complementan. El líder no está ahí para ser el rey y estar por encima de todos, está para guiarlos y ayudarlos.

Los lobos jóvenes irán al frente, los más fuertes a los costados, los ancianos en medio y por último el líder detrás de ellos. Nadie se queda atrás, todos se cuidan entre sí. Y gracias a eso, todos aman a su líder, son agradecidos con lo que tienen. «

Dos personas, altas, imponentes. El lobo gris salió en protección de su manada, de su familia. Se adentró en la oscuridad, pero nunca volvió; ha dejado a su familia.


¿Hermano, porque no vuelves?


El agua empezó a ahogarlo, pataleaba desesperadamente en un intento en vano por salir de esta, no más que haciendo que el agua arrastre su cuerpo al fondo. Sentía como el agua estaba entrando en más cantidad en sus pulmones, haciendo cada vez más pesado su cuerpo.


"Alfa despierta"

¿De quién es esta voz?

"Alfa despierta"


Te siento, te siento... ¿Quién eres?

¿Por qué me hablas así y ni siquiera estas aquí?

"Jungkook tienes que despertar."


𝔗𝔦𝔢𝔯𝔯𝔞𝔰 𝔰𝔞𝔩𝔳𝔞𝔧𝔢𝔰; 𝔭𝔬𝔯 𝔩𝔞 𝔪𝔞ñ𝔞𝔫𝔞.

Tierras salvajes; por la mañana.


Jungkook abrió los ojos de golpe y empezó a toser como si en realidad se estuviera ahogando. Después de recuperar el aliento, se quedó calmado en una posición fetal. Las hojas secas crujían bajo su cuerpo desnudo temblando.


"Aquí estás... ¿Estás bien?" resonó en su mente.


Jungkook reaccionó y lo miró. El lobo blanco se le acercó con cuidado e inclinó su cabeza para que Jungkook pudiera acariciarla.

— Estoy bien — respondió e inclinó su cabeza, enterrándola en el pelaje del cuello del lobo.

El lobo lo olfateó.


"¿Tuviste otra pesadilla?"


— Eso no importa — respondió fastidiado. El lobo estornudo y empezó a andar.


"Tenemos que irnos"


Jungkook se levantó de las hojas y nieve donde habían hecho un "nido provisional"; se transformó en lobo y corrió detrás de su compañero.

Siguieron andando hasta que llegaron a un pequeño campamento en medio de la tundra invernal. El vaho salía de su nariz, olfateaba algunas cosas y seguía su camino.

— ¡Yugyeom! — exclamó un pequeño niño. El lobo blanco se acostó para que él lo pudiera tocar — Te extrañé — dijo abrazándolo y frotando su carita con su pelaje.

𝐋𝐄𝐀𝐕𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐋𝐏𝐇𝐀 ᵏᵒᵒᵏᵛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora