𝐋𝐄𝐀𝐕𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐋𝐏𝐇𝐀 ᵏᵒᵒᵏᵛ

𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖛𝖊𝖎𝖓𝖙𝖎𝖓𝖚𝖊𝖛𝖊

Nunca creyó que una actividad tan mundana como lo era el despertar y ver los primeros rayos del sol le traerían tanto dolor como ahora lo estaba haciendo.
Sentía como si todos estos años le estuvieran cargando la cuenta su ya cansado y gastado cuerpo. Las marcas en sus manos eran ásperas y resecas, sus ojos poseían ojeras oscuras, su cabello era grasiento y los labios los tenía trozados por la sequedad.

Cuando el sol se alzó por encima de las grandes montañas y golpeó su rostro, el alfa tuvo que alzarse también, apretando sus manos en puños antes de ponerse en marcha.

A sus espaldas, descansaba el omega gestante dormía encima del césped hecho un ovillo, cubriendo su pecho con sus manos y las piernas ligeramente dobladas hasta donde su vientre le permitía. Jungkook le miró con pena, más de lo que sentía.

Desearía que hubiera otra forma de hacer las cosas, pero simplemente no podía.

Se acercó a él y se agachó a su altura para sacudirlo un poco para poder despertarlo.

— Hey — le habló suave — Es hora de...

Recibió un manotazo en automático para alejarlo de su cuerpo. El alfa apretó sus labios y asintió en rendición.

¿Cómo esperaba que lo tratara después de lo que le hizo?

Prácticamente le secuestró, alejándolo de su reino, de su gente, de su alfa.

Estaba llevándolo de la mano hasta llegar con Dong Wook II.

El estómago se le revolvía y podía sentir el reflujo quemarle la garganta, mientras trataba de no vomitar.

Volvió en sí cuando notó que el omega intentaba ponerse de pie por su cuenta, pero su vientre era grande y pesado como para que él pudiera solo, así que Jungkook se volvió a acercar para ayudarle, pero solo recibió manotazos en un débil intento de apartarlo, haciendo que el alfa lo tomara con más firmeza y el menor se sostuviera rendido.

Sus delgados y sucios dedos se aferraron a las mangas de su camisa y sus sollozos ahogados no tardaron en ser más sonoros. Jungkook le ayudó a ponerse de pie, sosteniéndolo por su cintura y el omega no hizo más que seguir aferrándose, enterrando sus uñas con dolor y su lobo aullando de tristeza.

Las lágrimas tampoco tardaron en salir, cayendo por su rostro, haciendo a su cuerpo temblar.

— Jackson-ssi — habló el alfa — V-vamos... vamos a seguir.

Los días habían pasado, pero Jungkook sentía que no estaban siquiera un poco cerca de tocar las tierras de Alpharia; posiblemente sigan en el enorme reino de Vennia, o ya tocaron tierras de Atria, pero no Alpharia.

— Sé... sé que dije que iría, pero — habló el omega con voz rota — Ya no quiero seguir... no puedo, no... — soltó otro llanto — ¿Por qué Jinyoung no viene? No me siente, no me siente.