𝐋𝐄𝐀𝐕𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐋𝐏𝐇𝐀 ᵏᵒᵒᵏᵛ

𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖓𝖚𝖊𝖛𝖊

Creo haber sentido esa sensación antes.

Como si... por fin pudiera tener todo lo que alguna vez he anhelado, pero, se desvanece... se ha ido por completo.

¿Por qué?

"Alfa, mentiste"

Jungkook parpadeó cuando dejó que sus pensamientos lo invadieron.

De vuelta a su realidad, miró alrededor las farolas de luz que alumbraban la penumbra en la oscuridad. Sintió como sus manos temblaban, pero no eran estas la que lo estaban haciendo, sino lo que estaban sosteniendo.

Ojos grises y con cicatrices alrededor de ellos le miraron, sin siquiera poder ver.

El alfa había aprovechado el detenerle, rodeándole la cintura con ambos brazos. El omega puso sus manos encima de sus extremidades, en un intento de que lo soltara.

— Yo... — trató de hablar Jungkook.

— Suéltame — pidió Taehyung con su voz temblorosa, pero a la vez, llena de ira.

— Déjame explicarte, yo...

— ¡Suéltame! — gruñó. Su olor empezaba a ponerse agrio a causa del miedo.

Después empezó a llorar. Se arrodilló en el suelo y cubrió sus ojos con sus manos.

— Vuelve, vuelve, vuelve — empezó el omega a murmurarse a sí mismo.

Jungkook inclinó su cuerpo para tener una mejor visión del omega.

— Vuelve — dijo entre llantos.

— ¿Llamas a tu alfa? — preguntó Jungkook con amargura.

La garganta le quemaba en solo pensar que por un momento aquella pobre criatura de nula vista, podría ser su pareja predestinada.

Taehyung dejó de quejarse cuando escuchó esa palabra.

Tu alfa.

Maldito sea quien haya sido mi alfa.

Decidido. Se puso de pie, y tentó los barandales del kiosco, empezó a bajar con cuidado hasta que sintió como sus pies se hundían en la nieve.

El omega comenzó a caminar, mientras sentía tanto dolor en su corazón. Sentía como el oxígeno empezaba a escasear de sus pulmones y empezaba a abrir la boca por un poco más de aire, jadeando fuertemente, con el vaho saliendo de su boca.

Jungkook sentía la necesidad de seguirlo, pero posiblemente lo habría asustado con su intromisión. Posiblemente su alfa le esté llamando y es por eso que se ha ido.

Grandísimo imbécil.

Enojado, pateó en el suelo, mientras con sus manos tiraba de su pelo.

— Lobo — dijo una voz. Jungkook miró por todos lados, hasta que detrás de él, apareció.

— Me asustaste — dijo soltando un jadeo.

Él soltó una risita, aunque realmente no sintió algo.

— ¿Qué haces aquí? — preguntó el alfa frunciendo el ceño.

— Tengo mis asuntos.

— Creí que los brujos no eran bienvenidos en los reinos — dijo recordando lo que el rey de Atria había mencionado acerca que la práctica de hechicería estaba prohibida.