Mew Suppasit estaba tomando un baño para relajarse, justo cuando había terminado de asearse golpearon varias veces a la puerta, maldijo internamente mientras salía de la ducha, tenía la toalla en la cintura, secaba su cabello con la otra toalla pequeña, abrió la perilla de la puerta y grande fue su sorpresa, el tipo del problema de comedor estaba frente a él, ¿acaso quería más problemas? ¿No había superado ese incidente?.
Después vio los ojos del azabache y estaba completamente sorprendido así que descartó esa idea.
- ¡Tú! - Fue lo primero que dijo y dejó caer su bolso para señalar a Mew, su expresión era entre enojado y sorprendido, realmente fue graciosa pero Suppasit no se reiría, no quería recibir un golpe, no por el momento.
- Si yo y qué - dijo Mew sin importancia aún secándose el cabello, espera, había una maleta al costado suyo ¿Qué diablos entonces buscaba aquí?
- ¡No pienso compartir la habitación contigo! ¡esto es una locura!- habló tocándose la cien y creyendo que todo era una broma, ¿Compartir habitación? ¿Qué? El cerebro del castaño procesó la noticia.
- ¿Qué? Esto debe ser una broma ¡Tú que haces aquí!.
-Déjame decirte que no estoy feliz de verte la cara realmente, la secretaria me envío aquí, remodelación del edificio donde me quedaba- le mostró una pequeña nota donde estaba la dirección exacta y el número de habitación ¡Mierda! No era una maldita broma, era cierto ¿Pero porqué de tantas personas tenía que ser él?, ya les habían comunicado que compartiría habitación con alguien más pero ¡Diablos! El destino debe estar jugando en su contra.
Mew Suppasit no se consideraba una persona problemática, pero si interferían en lo suyo o en los que le rodean no era nada agradable.
Tomó la nota que tenía en sus manos y la volvió a leer ¿Quizás necesitaba lentes? ¡no! decía claramente lo que había visto hace segundos antes. En un descuido el tipo este chocó con su hombro izquierdo y pasó de largo dentro del lugar.
-¿Puedes vestirte? ¿O qué? ¿así recibes a todas las personas?- le dijo con ese tonito altanero que empezaba a molestarlo, si alguien le hacía perder la paciencia era este tipo de personas, con un esfuerzo sobrehumano trató Suppasit de guardar la compostura.
- ¿Qué? - respondió el castaño mirando fijamente a su adversario.
- ¡Vístete quieres! - respondió dándose la vuelva fingiendo ver su celular, ignorando a Mew totalmente.
Eso no se quedaría así-pensó Mew.
- ¿Acaso te pongo nervioso?- respondió intentando hacerle perder la paciencia an azabache, tenía que tomar partida de la situación, una oportunidad así, no se me presentarían dos veces en la vida.
- ¡Estás loco! Cámbiate para que podamos hablar- le respondió el menor colocando sus maletas a un lado la cocina y caminando hacia la pequeña sala. El lugar era pequeño. Una pequeña cocina con una isla, una pequeña sala de star, un baño y dos habitaciones. No estaba nada mal para un estudiante universitario.
- No, no quiero hacerlo, hablemos así- respondió Mew tomando la toalla blanca que segundos antes estaba secando su cabello y ahora colocándola sobre sus hombros.
- Bueno como quieras, no me interesa-respondió relajando su rostro, ¡maldita sea! No logró su objetivo Suppasit.
- Tu presencia no me agrada, así que supongo que la mía tampoco a ti. Créeme que me encantaría cambiarme de habitación, pero dudo mucho que eso lo acepten. Así que tú en tu mundo y yo en el mío.
-Que bien que tengas en claro que tampoco me agradas- respondió Mew caminando hacia su habitación, exactamente su armario para sacar su ropa de cambio, unos jeans de mezclilla y una camisa dejando al "intruso" por unos segundos.
