° Capítulo 5 °

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Mew sentía una nueva sensación, tener debajo suyo a Gulf fue una historia totalmente distinta ¡joder! ¡Pero que bien se sentía! Podía observar la duda en los ojos de Gulf después de hablar

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Mew sentía una nueva sensación, tener debajo suyo a Gulf fue una historia totalmente distinta ¡joder! ¡Pero que bien se sentía! Podía observar la duda en los ojos de Gulf después de hablar.

No lo iba a obligar.

Si él también lo quería se daba, si no, le esperaría una ducha fría para bajarse toda la calentura que recorría su cuerpo y esperaba a que Kanawut no se heche para atrás.

—Si- Sigue idiota — con la voz entrecortada, Gulf respondió y Mew hizo lo que le ordenó, seguió, porque aunque no lo admita, sabía que él también lo necesita, esa sensación era extraña, Gulf era como un imán, lo atrae, altera sus sentidos, era como una droga que necesitabas de una dosis en cuanto tu cuerpo te lo pida.

Mew tenía miedo que sea eso a partir de ahora.

Su adicción.

El cuerpo de Gulf era una delicia, Mew deslizó el elásticos del pantalón del azabache junto con sus boxers de un solo tirón, se quejó pero no lo tomó de importancia, solo se quedó embobado por la erección del menor que necesitaba atención tanto como él.

Depositó algunos besos alrededor de los muslos de Kanawut antes de acercarse a su polla y deslizar su lengua sobre ella, un roze y Gulf se estremeció, un zizeo se hizo presente al introducir todo en su boca, Mew marcó un ritmo pausado al principio, quería torturarlo.
Sus manos se deslizaron sobre su abdomen, suave y algo plano, sin dejar de darle atención con su boca, movimientos circulares con su lengua sobre la punta de su polla lo encendía, comenzó a explorar su cuerpo, aquel torbellino de placer que le tenía a su merced. Mientras seguía succionando aquel trozo de carne, Mew brindó atención a la entrada rosada de Gulf, un dedo y otro más para dilatarlo, se quejo un poco de dolor. Mew se incorporó y salió de la cama.

— ¿A donde vas? —  Gulf habló desconcertado— ¡Ni se te ocurra dejarme así Mew Suppasit!

— Tranquilo cariño, iré por un par de cosas, relájate - se acercó nuevamente y susurró cerca de sus labios depositando un suave beso en estos.

Caminó un par de pasos y sacó de uno de sus cajones un par de condones y lubricante, cerró nuevamente en cajón y pudo ver a Kanawut siendo una pieza del pecado, mejillas rojas, desnudo a su disposición.

Al paso que se acercaba a la cama, Mew se deshizo de sus pantalones y su ropa interior, ambos amantes estaban en la misma situación.

Desnudos y con la lujuria a mil. Gulf mordió su labio inferior al ver desnudo a Suppasit, era un cuerpo muy trabajado y marcado.

Sexy, pensó.

— Generalmente no soy suave pero está vez haré la excepción por ti - habló Mew mientras se colocaba entre las piernas de Gulf.

— No soy una maldita chica, puedes ser lo rudo que quieras, no me importa-habló mirándolo a los ojos fijamente, destilando pasión y fuego— Solo es sexo, no es cosa del otro mundo probar cosas nuevas o ¿si?.

Juego Peligroso |MewGulf|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora