Gatito (Larry Stylinson)

Capítulo 15

Cuando Louis entró a casa de harry lo primero que noto fue que era un completo desastre. Había basura tirada en el suelo, los muebles no estaban tan bien cuidados como hacia años, y que la casa necesitaba urgentemente una buena capa de pintura. El ojiazul trató de no hacer gestos y siguió caminando hacia la cocina. Harry se había retrasado un poco para dejarlo caminar frente a él y podía sentir la mirada del rizado justo en su trasero. Se ruborizo y trató de no pensar en eso. Cuando llegó a la cocina se encontró con alguien rubio dándole la espalda. Este estaba inclinado dentro del refrigerador. Al escuchar las pisadas la cabeza rubia volteó alegre pero en cuanto pozo sus ojos sobre el ojiazul fruncio el ceño.

-¿Y tu Que haces aquí?- Louis aún podía recordar esos enormes ojos azules que justo en ese momento lo miraban con tanto odio.

-Yo...- pero el rizado lo interrumpió.

-Vino a hablar conmigo niall, no te preocupes- el rizado le guiño el ojo pero el irlandés no se calmó.

-¿Para qué? Ya no lo necesitas en tu vida harry, sólo es malgastar el tiempo- Louis se sintió triste porque lo que decía niall era cierto.

-Niall, vámonos- dijo el pelinegro que se encontraba en una esquina de la habitación.

-Pero...-

-Vámonos. Te compraré comida- el rubio lo miro con el ceño fruncido.

-No me compraras con comida Malik- el rizado suspiro y se acercó al rubio.

-Vamos bebé, vete con zayn. Yo te llamaré en la noche- harry lo tomó de la cara y lo besó lentamente. Sabía que Louis estaba ardiendo en celos y eso sólo le causó más satisfacción. Cuando se separaron el irlandés asintió un poco desorientado.

-llamanos si necesitas algo- el pelinegro salió primero y el Rubio lo siguió. Pero antes de salir le dedico una mirada llena de odio al ojiazul. Louis estaba confundido ¿Por qué harry lo besaria? ¿Serían novios? No. El había dicho que tenía polvos con sus amigos nada mas. Sólo era eso. Aunque eso no le agradaba en nada.

-¿No te vas a sentar?- el rizado se encontraba sentado en la isla de la cocina. Louis asintió y dejo las cajas sobre la mesa.

-Pensé que tendrías hambre. Yo acabó de despertar hace rato y no he comido en todo el día, no se si tu también tengas hambre- el ojiazul se encogió de hombros y se sentó enfrente del rizado.

-También me acabó de despertar hace rato- El rizado sacó unos refrescos del refrigerador y empezaron a comer en un incómodo silencio. Harry no iba a decir nada porque seguía enojado con Louis. Y Louis no sabía de que hablar con el rizado. ¿Preguntarle sobre su pasado? No, eso sólo lo lastimaria aún más. ¿Si sigue estudiando? Era obvio que no. Pero Louis ya sabía de que hablar.

-¿Qué pasó con tus orejas de gato?- Harry nisiquiera se molestó en mirarlo.

-Las tire- a Louis se le rompió un poco más el corazón al escuchar eso. El ojiazul se las había regalado con tanto amor... Y harry las había tirado como si no valieran nada.

-¿Por qué...?-

-Ya no me gustaban. Ya no soy un niño pequeño Louis- era la primera vez que Louis escuchaba a harry decir su nombre desde que había regresado pero noto tristemente que ya no lo decía con el dulce tono de antes.

-Entiendo...- Los dos jóvenes siguieron comiendo en silencio después de éso y al terminar los dos se dirigieron a la sala. Durante todo el tiempo que el ojiazul estuvo con el rizado, pudo notar como el lo miraba con odio y decidió preguntarle sobre eso.

-¿Por qué me odias harry?- Los lindos ojos verdes fruncieron el ceño.

-Por que te fuiste- Louis Resoplo.

-Harry, ya eres un adulto y sabes perfectamente que yo no pude hacer nada en ese instante- pero el rizado siguió sin importarle lo que el ojiazul decía.

- ¡Pudiste venir a visitarme!-

-¿y tu crees que yo no quería venir a verte? No me dejaron... Cada que salía de vacaciones yo les rogaba a mis padres para que me trajeran a visitarte y ellos nunca me dejaron. Por eso he trabajado desde los 18... Junte dinero y he venido aquí por ti!... No hay ningún maldito día en el que no haya pensado en ti ¿Qué estará haciendo harry? Me preguntaba ¿Me recordará? ¿seguirá usando sus orejas de gato? ¿Seguirá siendo aquel tierno niño del que aún sigo enamorado?- el rizado alzó la mirada y Louis pudo ver como se había sorprendido ante aquello último. Pero después río a carcajadas.

-¿Es enserio? ¿Aún sigues enamorado tomlinson? Que patético. Han pasado 8 años y tu aún no me puedes superar. Eso sólo confirma mi teoría de que aún eres virgen-

-¡Hugh! ¿y a ti que te importa si soy Virgen? Para tu información, ya me he follado a todas las chicas buenas de mi ciudad- el rizado sonrió malicioso.

-¿y ningún chico?- se acercó lentamente al ojiazul y Louis sólo se quedo quieto mirandolo.

-No...-

-¿Por qué?- quiso saber el rizado.

-No me gustan los hombres- Harry ya se encontraba sobre Louis.

-Pero te gusto-

-Tu eres tú- los dos chicos ya se encontraban a centímetros del otro y Louis no dejaba de ver los labios color sandía de harry. Harry intento besarlo pero el ojiazul lo esquivó.

-No he venido a follar. He venido a recuperar a mi amigo- Harry sonrió y se sentó un poco más lejos de Louis.

-Tu te lo pierdes. ¿Sabes cuantas personas quieren que yo las folle?- Louis no respondió pero sabía perfectamente que todas las personas que mirarán a harry querrían algo con el. El ojiazul se sentía incómodo hablando sobre eso por lo que decidió cambiar de tema.

-¿Sigues dibujando?- Los ojos del rizado demostraron sorpresa ante eso.

-Sí...- Louis sonrió.

-¿Puedo ver algún dibujo? Hace años que no veo un dibujo hecho por ti- Harry hizo una mueca.

-No son tan buenos...-

-No te creo-

-Cree lo que quieras entonces- harry se levantó y camino a su habitación.

-¿No vienes?- le dijo desde las escaleras. Louis dudo pero lo siguió. Al entrar por segunda vez al cuarto de harry pudo notar que el rizado tenia pegado en las paredes muchos dibujos.Harry siempre había sido bueno dibujando pero al pasar los años Louis pudo notar como había mejorado.Todos eran dibujos en blanco y negro excepto por uno que se encontraba a un lado del espejo. El ojiazul se acercó y vio que era un dibujo de unos ojos azules. Miro su reflejo en el espejo y vio otra vez el dibujo. Era una réplica casi exacta de sus ojos. Harry había recordado, a pesar de los años... El color cielo de sus ojos.