•Ｆｒｅａｋ• ~[JENLISA] °Reescribiendo°

05.

Jennie se encontraba sentada en el sofá de su gran casa, tenía un labio partido y su mejilla ardía por la gran bofetada de su padre. Esta lo miraba con odio, siempre la obligaba a hacer cosas que no quería, pero está vez fue demasiado, obligarla a salir un Kai, un chico de familia adinerada y engreído, no quería hacerlo ya que no le gustaban los hombres.

— ¡Ya te dije que saldrás con él y punto! — Exclamó su padre.

— ¡Te odio, te odio! — Gritó Jennie antes de salir de su casa.

Jennie se dirigió a un parque al cuál le encantaba ir por las mañanas, la brisa chocaba en su rostro, las lágrimas caían por sus delicadas mejillas. Odiaba su vida, ¿Porque su padre eran tan odioso?.

No pudo evitar soltar un gran grito de desesperación al aire, no había ni una persona a su alrededor, así que aprovechó para desahogarse.
Jennie llegó a aquel parque y sacó la cajetilla de cigarros que siempre llevaba consigo, fumar la desestresaba, la hacía sentir en control.

Se mantenía en silencio, observando el sol de mañana, los pájaros silbaban a su alrededor y el aire puro entraba por sus fosas nasales, sintió que alguien se acercaba a ella, giró para ver quién era y Lisa estaba ahí, sin una gota de maquillaje, sin sus lentes y con un top que hacía lucir su ejercitado abdomen.

Lisa suspiró, vió el hermoso sol en plena mañana y después giró para ver a Jennie, quién parecía confundida por su presencia.

— Hola — Saludó Lisa.

— Hola — Jennie sonrió ligeramente.

Lisa notó que Jennie tenía un ojo morado, el labio partido y un de sus pómulos estaba inflamado, aquella chica le caía fatal pero aún así despertó un poco de preocupacion en la tailandesa.

— ¿Que te pasó en la cara? — Lisa señaló sus heridas.

— No es nada... Me caí camino aquí — Rascó su nuca con nerviosismo.

— Ya veo... ¿Segura que estás bien? —Insistió no muy convencida por la versión que le había dado la más bajita.

— Si, de verdad. No te preocupes — Aseguró.

Un silencio se formó, no era incómodo, si no que era tranquilo. Jennie lo rompió haciéndole preguntas a Lisa.

— Y, ¿Que haces en este lugar?, No sabía que corrías por las mañanas —Dijo la pelinegra mientras le daba una fumada a su cigarro.

— Todos tenemos secretos — Rió — Por ejemplo, yo no sabía que fumabas — Señaló el objeto mencionado.

— Tienes razón, todos tenemos secretos —  Habló Jennie con nostalgia en su voz.

— ¿Pasa algo?, Se que hemos tenido problemas pero puedes confiar en mí — Sonrió.

— Gracias, tal vez algún día te lo diga — Jennie le devolvió la sonrisa.

Lisa miró su reloj y una enorme mueca cubrió su rostro — ¡Mierda! — Exclamó Lisa.

— ¿Que pasa? —Jennie preguntó algo preocupada.

— Es muy tarde, no llegaré a tiempo a clases, tu también deberías apurarte — Lisa se levantó y comenzó a correr — ¡Nos vemos más tarde! — Exclamó la más alta sin dejar de correr.

Jennie no pudo evitar sonreír ante la acción de Lisa, era tan graciosa, linda y nerd a la vez, Jennie comenzaba a sentir algo por ella, no era solo amistad, comenzaba a amar todo lo que la tailandesa hacía, estaba muy confundida.

Lisa corría hacía su casa con una gran sonrisa en su rostro, no podía dejar de pensar en la profunda mirada de la pelinegra, sus ojos escondían algo, parecía una mirada vacía y llena de nostalgia, esos golpes no eran de una caída, ¿Quién se atrevería a hacerle daño?.

Lisa paró de pensar cuando se encontró frente a su casa, ingresó rápidamente y se duchó lo más rápido que pudo.
Cuando terminó, buscó rápidamente entre su clóset, una playera blanca, unos mom jeans, un gorro y unos tenis Nike blancos, cepilló su cabello, puso un ligero humectante de labios y salió lo más rápido posible, Rosé apenas desayunaba cómodamente un delicioso huevo con tocino y jugo de naranja.

— ¿Que demonios haces?, ¡Se hace tarde! — Lisa tomó de la muñeca a Rosé, quién tenía las mejillas llenas de comida, haciéndola parecer una ardilla.

— ¿Que pasa?, Déjame comer — Se quejó con la boca llena.

— Ya habrá más tiempo para eso — Lisa la jaloneo dispuesta a salir de la casa.

Rosé tomo un último trozo de tocino y comenzó a comerlo, Lisa tomó las llaves de su auto para llegar más rápido y así fue, en cuestión de minutos ya estaban en la escuela.

— Lisa, ¿Crees que Jisoo esté en clase de piano? — Preguntó curiosa.

— ¿Porque quieres saberlo? —  Lisa enarcó una ceja.

— Amm... Por nada, es solo que me interesa tomar clases — Excusó — M-Me tengo que ir a clases, ¡Nos vemos luego cara de pene!- Exclamó Rosé corriendo por el pasillo.

— ¡Te mataré maldita ardilla! — Lisa alzó un puño.

— Parece que las dos se llevan muy bien — Susurró Jennie detrás de Lisa.

La tailandesa se asustó y dio un brinco, para después tocarse el pecho para controlar su pulso.

— Mierda, casi me da un infarto — Dijo Lisa con la respiración agitada.

— Lo siento, no quise hacerlo — Sonrió.

Lisa notó que Jennie ya no tenía los golpes en su rostro, supó que los tapó con maquillaje.
Ambas no dejaban de verse, todo parecía ir en cámara lenta, el tiempo no pasaba, solo eran ellas dos en un mundo lleno de personas insignificantes.

Lisa se dió cuenta de lo que pasaba, decidió romper el contacto visual e inventar una excusa, ambas estaban demasiado cerca y Lisa podía sentir su corazón palpitar con fuerza.

— T-Tengo que ir a clases... n-nos v-vemos después — Lisa salió de la escena sin que Jennie pudiera decir algo.

La pelinegra se quedó ahí, sonriendo tontamente por la acción de la más alta, era tan tímida que eso le parecía adorable.
Sintió una mano en su hombro y rápidamente salió de su transe, encontrándose con Irene.

— ¿Porque hablabas con esa perdedora? — Irene hizo una mueca de asco.

— Yo solo... Le dejaba en claro que soy yo la que manda — Mintió, en realidad Jennie estaba admirando la belleza de Lisa.

— Eso espero, las chicas como nosotras no podemos ser amigas de personas como ella — Irene se giró para después marcharse.

Jennie no quería ser rechazada por sus "amigos", sabía que hablarle a alguien como Lisa era como cavar su propia tumba, eso acabaría con su reputación.

Después de tanto tiempo, estoy aquí de nuevo, actualizando está historia, disfrútenla porque no es fácil editar dos historias a la vez... Nos vemos en unos días;)