21.

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Lisa tomó el dildo y lo introdujo en la cavidad de su amante, Jennie clavó sus uñas en la espalda de Lisa, dejando su delicada piel enrojecida y con marcas.

Jennie sentía que no podría resistir más, tenía que liberarse, un orgasmo estaba cerca.

Lisa estaba mojada, ver gemir a Jennie era lo mejor del mundo, el mejor sonido que había escuchado en toda su vida, no sabía si lo que hacía estaba bien, pero por las caras y gritos que hacía Jennie, intuyó que sí.

Lisa fundió sus labios en el gran beso que le dio a Jennie, sus lenguas se movían lentamente, una danza increíble y llena de placer, poco a poco se separó del beso y fue bajando su lengua por todo el cuerpo de su contraria, dejando húmeda su piel, lo hizo hasta llegar al punto de placer.

Sacó el juguete de la zona, lo llevó a la boca de Jennie para que lo lamiera, está lo hizo, ahora tenía su propia sabor impregnado en su boca, le encantaba lo sexy y pervertida que podía llegar a ser Lisa, eso era lo que la volvía loca.

No hizo falta el vibrador, porque Lisa uso su boca demasiado bien y Jennie terminó casi en seguida, lo que no hizo el juguete, lo hizo la maravillosa boca de la "Freak".

Jennie se subió encima de Lisa, su piel era tersa, ambas habían sudado mucho, lo cual hacía que sus pieles tuvieran un ligero brillo, Lisa tenía su flequillo pegado a la frente gracias al sudor que ahí reposaba, para cualquiera tal vez sería una escena algo fea, pero para Jennie era lo mejor que sus ojos podían presenciar, ella estaba enamorada de Lisa y a sus ojos ella era perfecta.

Tomó las manos de Lisa con fuerza y las puso arriba de su cabeza, impidiendo que se moviera, comenzó a besar su cuello, dejando marcas muy notables, mordisqueaba su piel, ella gemía, después besó sus pechos, estos eran pequeños pero Jennie los veía como los pechos más perfectos del universo.

Lisa tomó más fuerza y logró safarse del agarre de Jennie, quería tocarla, así que estrujó su trasero, Jennie intencionalmente movía sus caderas, frotando su intimidad con la piel de la tailandesa, haciéndola gemir mientras disfrutaba del acercamiento.

Llegó el momento de que Jennie actuara, deslizó su cuerpo hasta bajar a la intimidad de Lisa, estaba mojada, más que mojada, necesitaba ser atendida urgentemente.

- Habré las piernas- Ordenó, Lisa obedeció al instante.

Jennie comenzó a lamer el palpitante clítoris de Lisa, está enredó sus dedos en el cabello de la chica, su lengua parecía mágica, ella sabía exactamente que hacer para darle placer, para hacerle perder la cordura.

Después de eso, introdujo sus dedos, los sacaba y volvía a introducirlos muchas veces, hasta que Lisa no pudo más, se había venido.

Ambas estaban cansadas, se acurrucaron, Jennie puso su cabeza en el pecho de Lisa, está la abrazó y acariciaba su cabello.

- Me encantas Lalisa Manoban- Subió su mirada, esperando una respuesta.

- Y tú me encantas a mi Kim Jennie- La miró, ambas tenían un brillo indescriptible en sus ojos.

- ¿Porque tenemos que ocultarnos?, Quiero estar contigo- Hizo un puchero, acariciando el vientre de Lisa.

- Yo no quiero ocultarme, quiero poder tener noches como esta contigo, sin tener que salir a escondidas, pero dame tiempo, te prometo que hablaré con Jacob- Sus sinceridad hizo que Jennie le creyera, era verdad, Lisa comenzaba a darse cuenta de lo que en verdad sentía por Jennie, quería salir con ella oficialmente, pero no quería ser juzgada, no quería que se burlaran de ella, no más.

- Te creo, pero por favor, no hagas nada con el, sabes a lo que me refiero, yo solo puedo tenerte- Jennie se levantó y se colocó encima de Lisa, mirándola fijamente.

- Ya lo sé, solo yo soy tuya y tú mía, te prometo que no haré nada- Lisa sonreía al ver celosa a su musa, era muy tierna.

Lisa se levantó un poco, sin bajar a Jennie de encima suyo, comenzó a besarle el cuello, causándole cosquillas, reía por lo bajo.

- Basta, ya fue suficiente- Jennie trataba de alejarla pero no quería que lo hiciera, podía tener sexo una y otra vez con ella, jamás se cansaría.

Un sonido de celular las sacó de su mundo, era el celular de Lisa, este estaba tirado en el suelo, se levantó de la cama, está vez sí quitó a Jennie de su cuerpo, lo recogió y solo era un mensaje insignificante, pero lo que la alarmó, fue la hora, eran la 1:20 de la madrugada, tenía que llegar a dormir o si no Rosé la mataría.

- ¡Oh dios mío, me tengo que ir!- Exclamó tomando su ropa del suelo y comenzando a vestirse.

- ¿Que pasa?, ¿Todo bien?- Jennie preguntó alarmada.

- ¡No!, Le dije a Rosé que solo iría a comprar algo y ya tarde más de una hora, me va a asesinar- Se sentó en la cama para ponerse los zapatos.

- Tranquila, amm... Inventa algo de camino- Trató de calmarla pero Lisa estaba realmente alarmada y preocupada.

- Solo espero que esté dormida- Se levantó ya lista- Nos vemos Jennie, te veré mañana en la escuela- Se despidió, sin dejar que Jennie lo hiciera, solo la dejo ahí, desnuda y sin poder decir ni una palabra.

                            ****

Lisa llegó a su casa, rezaba para que Rosé estuviera dormida y al parecer así era, las luces de la casa estaban apagadas y no se escuchaba un solo ruido.

Sacó las llaves de su bolsillo y con cuidado de no hacer ruido, introdujo la llave en la manija, abrió la puerta, entró y la volvió a cerrar con cuidado.
Se recargó en ella y suspiró aliviada, pues creía que lo había logrado hasta que comenzó a caminar hacia las escaleras y la luz de la sala se encendió, dejando ver a una Rosé escondida en la oscuridad, se tarda en el sofá pequeño de la sala.

- ¡Mierda!- Lisa exclamó, tocandose el pecho pero el susto que le había dado su mejor amiga.

- ¿A dónde fuiste?- Preguntó con una voz tenue.

- Rosé, ¿Que carajo haces aquí?, ¿Porque estás escondi...- Rosé la interrumpió.

- No contestaste mi pregunta, creí que estabas comprando algunas cosas, ¿Dónde están?- Observó con despreció a su amiga.

- ¡Ohh!, ¡Mis cosas!, Las dejé en el mostrador, ahora vuelvo- Se dio la vuelta, fingiendo ir por las cosas que evidentemente no había comprado.

- ¡No soy estúpida Lisa!- Exclamó levantandose de su lugar- En verdad que no te reconozco, tu no eras así- Murmuró Rosé a punto de llorar, le dolía que su amiga estuviera haciendo cosas así.

- Rosie, entiende, yo...- Fue interrumpida nuevamente por su amiga.

- ¡¿Entender qué?!, ¡Que eres una egoísta y solo piensas en el daño que te harán a ti!, ¡No piensas en el daño que TU le estás haciendo a otras personas!, Jacob y Jennie no son tus juguetes, ¡Entiendelo carajo!- Estaba exaltada, comenzó a llorar.

- ¡No tienes porqué meterte en mi vida, no eres mi maldita madre!- Gritó con coraje, Rosé tenía razón pero no quería aceptarlo.

- ¡Lo sé, pero te amo como si fueras mi hermana y no voy a permitir que te hagas daño!, Te dije mil veces que te detuvieras con esto pero no obedeciste, ¡Y mira!, Estás lastimando a los demás por tu estúpido juego, Jacob es un buen chico y no merece que lo engañes, ¡No merece que lo uses!- Estaba enojada, había subido su tono de voz.

- ¡¿Crees que no lo sé?!, ¡Tengo miedo, no quiero que se burlen de mí!- Comenzó a llorar- Ya no- Sollozó Lisa, era verdad, no quería ser señalada nuevamente por las personas.

- Nada tiene justificación, lo que haces no está bien y espero que lo resuelvas pronto, está vez no te ayudaré, debes aprender que esto no te llevará a nada bueno. Buenas noches- Rosé camino hasta las escaleras y subió a su habitación, dejando a Lisa sola.

Lisa estaba apenada, era verdad, tenía que arreglar todo, tenía que hacerlo por su bien y por el de Jacob, Rosé no le hablaría hasta que lo hiciera, la conocía.











Últimos capítulos, disfruten:)

•Freak• ~[JENLISA] °Reescribiendo°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora